Guanajuato. La explosión registrada en una una toma clandestina de un ducto de Petróleos Mexicanos en Tlahuelilpan, Hidalgo, la tarde de este sábado, provocó ya la muerte de 67 personas, además de heridas graves a 75 más, no obstante, sus consecuencias afectarían a Guanajuato, que está en riesgo de extender la crisis de desabasto de gasolina, que parecía paliarse en los últimos días.
Dicha explosión afectó el importante ducto Tuxpan-Tula, el cual según el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, transporta 70 mil barriles de combustible y provee gasolina a diferentes áreas del país, entre ellos a la refinería Antonio M. Amor, en Salamanca.
“Este ducto es muy importante porque surte a la refinería de Tula, con gasolinas o con componentes para la gasolina y desde ahí se envía producto a Salamanca, la cual a su vez envía producto a Guadalajara, a Morelia, a León, a Irapuato; es un ducto muy importante para la distribución de los combustibles en el país”, mencionó Romero Oropeza en la conferencia de esta mañana del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El ducto Salamanca-León habría sido habilitado apenas la mañana del miércoles pasado, tras un fuerte operativo con la participación de 500 elementos de la Marina, Ejército, Policía Federal y Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, según publica diario Milenio, pues existía el riesgo de que si este era perforado, tendría que bloquearse nuevamente.
El director de Pemex detalló que el ducto Tuxpan-Tula, siniestrado ayer, había sido suspendido desde el 23 de diciembre, pues estaba en proceso de empaque para reiniciar operaciones, proceso que fue detenido al menos en cuatro ocasiones, retrasando la fecha de apertura, programada para el 16 de enero a las cinco de la tarde.
Sin embargo, la tragedia de este sábado retrasará estos y otros planes en el centro del país.
