El síndrome de Down es una condición genética en donde se encuentra un exceso de material genético en el cromosoma 21. Uno de cada 700 niños son portadores de este síndrome.
La presencia de este síndrome les confiere una serie de características anatómicas y funcionales que se pueden traducir en malformaciones o problemas de salud como anomalías del corazón, atresia dudodenal o esofágica, bajo tono muscular, alteraciones en el sistema neurológico, trastornos del aprendizaje, hipotiroidismo, obesidad o mal nutrición.
Debido a todas estas situaciones antes mencionadas es necesario hacer adecuaciones y recomendaciones en cuanto a su alimentación. Las personas que viven con esta condición son capaces de alimentarse por si mismas y debemos hacer de la comida un medio de integración social. Por ello debemos darles todas las herramientas para conseguir este objetivo tan fundamental en la vida de toda persona. La intervención temprana con el uso de masajes con diversas texturas, ejercicios orofaciales, una gran cantidad de utensilios determinados como vasos con popotes de válvula y cucharas de material suave pueden contribuir a mejorar una adecuada alimentación.
Por otro lado la nutrición juega un papel fundamental en el desarrollo neurológico de estas personas ya que habitualmente las neuronas están disminuidas en su tamaño y en el número de dendritas y conexiones nerviosas. Es a través del uso de nutrimentos como el omega 3, precursores de neurotransmisores y vitaminas del complejo B que se puede contribuir a lograr el objetivo antes mencionado.
También la suplementación con micronutrimentos como el zinc y la vitamina D puede contribuir a lograr un adecuado crecimiento y desarrollo ya que la talla de estos niños se ve alterada por la presencia del cromosoma extra.
Así mismo su sistema inmunológico sufre algunas alteraciones en cuanto a su capacidad de respuesta de sus defensas es baja. Con el uso de vitamina C, Vitamina D y Zinc podemos contribuir a que esté mejor.
En cuanto a la indicación de algunos alimentos como el trigo y la leche existen muchas tendencias que sugieren su eliminación, ya que son propensos a la enfermedad celiaca y a la sobreproducción de secreciones en el tracto respiratorio. También se ha dicho que el glúten del trigo altera el desarrollo neurológico en estas personas, es importante consultar siempre con un profesional de la salud.
En gran medida los problemas de alimentación están íntimamente ligados con la actitud de ansiedad de los padres ante la hora de la comida. Esta debe ser un instrumento para favorecer el ejercicio de los músculos orofaciales y un pilar para su autonomía personal.
La alimentación es una oportunidad para lograr un desarrollo en todos los sentidos del niño. Comer es un acto social y debe ser incluido en el momento de las comidas familiares. Por ello debe aprender a comer solo y observar las normas de comportamiento social.
Existen paradigmas que nos han hecho ver que a los niños con esta condición deben ser tratados como eternos bebes. Por ello los padres caemos en el error de proporcionar los alimentos en forma de papillas por un tiempo prolongado o seguir utilizando el biberón a edades ya muy avanzadas. Esto lejos de ayudar, retrasa su capacidad de deglución, de masticación y finalmente del desarrollo del lenguaje. El uso de biberón después del año y medio de edad puede causar caries y mal oclusión dental además de provocar que la lengua permanezca fuera de la boca o el “ chupeteo”. El darles alimentos hipercalóricos o altos en azúcar para que no lloren o no molesten puede promover la obesidad para la cual tienen una alta disposición genética. También el desarrollo de la actividad física les ayuda a disminuir este problema y a mejorar su coordinación fina y gruesa.
Hay tanto de que hablar de este tema. Espero en otra ocasión poder seguir ampliando esta información tan valiosa y de un tema tan poco hablado en nuestra sociedad. Los invito a que abramos nuestra mirada para lograr una verdadera inclusión.
Alexandra Maurer Pons. LNCA. Por la Ibero León. Nutrióloga certificada. Nutrición clínica y apoyo metabólico.
