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viernes, abril 19, 2024

Animales nocturnos

Tom Ford es la nueva respuesta al milenario problema de hacer películas sin haber estudiado en una universidad prestigiosa de dicho arte. Esta situación es un contraste generacional cada vez más grande, pocos son los directores que salen con el concepto académico y son más aquellos que provienen de otras artes o cosas totalmente ajenas. Claro, Tom Ford no nació nato y tiene una experiencia en la afinidad estética por ser diseñador de modas… pero quizás eso sea lo que más me sorprende. Nunca antes había escuchado de un diseñador de modas que quisiera sentarse en la silla del director y encima hacerlo de una manera tan competente que da envidia. Por desgracia, el cliché impera sobre estas personas de ser a falta de otra palabra: infumables.

Ford apenas tiene dos películas en su haber, pero Animales Nocturnos, película que lleva de diferencia 7 años con la última vez que dirigió, es la que va a llamar la atención hacia su nombre y sus capacidades, estableciendo de una vez por todas que los clichés son el alimento de la ignorancia.

Susan Morrow (Amy Adams) es una mujer de alta sociedad que trabaja en su propia galería de arte, se encuentra en un matrimonio tedioso y con cero amigos, un día le llega un paquete por parte de Edward Sheffield, su antiguo esposo y resulta ser una novela titulada Animales Nocturnos.

Así, Susan comienza a devorar la historia de un hombre que en un viaje familiar por Texas se encuentra con un grupo de maleantes que secuestran a su esposa e hija y los intentos de este por encontrar paz y justicia por lo que le sucedió. Y al mismo tiempo, comienza a recordar el inicio de su relación con Edward y del cómo sus distintos ideales se volvieron barreras en su relación.

Animales Nocturnos tiene una estructura que podríamos mal adjudicar como “gastada”. La historia dentro de la historia es algo que vemos con frecuencia pero a pesar de que muchos clamen que es una estructura gastada, siempre captura porque hacerla representa una inteligencia por parte del guionista, esta no es la excepción. El guión –que también es de Ford– es metáfora aplicada sobre otra metáfora, y que llegando a la historia base sirve a manera de crítica. En manos de otro director, poca intención se le hubiera dado a lograr que las tres formalidades narrativas tuviesen apego y se nutrieran una de la otra, enfocándose en simplemente dos, pero lo logra y logrando muy buenas actuaciones por parte de cada segmento.

Amy Adams no hace mucho como Susan Morrow, una mujer que siempre está rodeada de arte y vive como si estuviese capturada en un anuncio de Chanel, pero es la intención que Ford quiere darle. Quiere trazarnos la vida tan banal de un personaje que intenta tener control sobre todo, que enjuicia el buen gusto y que resulte tedioso y esto proviene de parte de un sujeto que trabajó en el mundo de la moda, haciendo que su labor pueda debatirse entre hipócrita o que conoce la situación de antemano.

Amy Adams se vuelve un personaje lastimero pero con justificación, no para conseguir empatía. Ha sido un excelente año para la actriz que presenta un papel opuesto al que tuvo en “La llegada”.

Pero el que se lleva la película, es Jake Gillenhaal por el que yo nunca veo a una aglomeración de personas recriminar de su descuido en cuanto a premios de la Academia. Gillenhaal se siente vulnerable en una película que de pronto adquiere tintes de suspenso y horror que no esperas, tomando por sorpresa al espectador y gracias a que su personaje de Tony Hastings se encuentra en el momento equivocado, es una historia incómoda y grotesca que no para para nuestro horror y que también da una visión sin compromisos para hacernos sentir mejor.

Animales Nocturnos no es para todo el mundo, puede obtener el calificativo de pretenciosa y es cierto que la estética de la película la hace sentir falsa, pero es un interesante tour de forcé hacia un sentimiento de desprecio y sobre cómo decidimos usarlo en nuestra vida… algo muy curioso porque la película tuvo que estrenarse en la temporada de premios en donde la película más conocida es sobre cómo la gente y su amor nos motiva a hacer lo mismo, bien podría verse en una doble función.

Sólo debo decir… que el póster no le hace justicia a la película. Porque parece ser el experimento de una persona que acaba de descubrir Photoshop.

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