“El contacto piel con piel con la madre es el hábitat natural del recién nacido y la lactancia materna,
el comportamiento programado para ese hábitat.
Hay suficiente argumentos biológicos, fisiológicos, antropológicos y de neurocomportamiento que muestran que el contacto piel con piel, junto con la lactancia materna, representan el estado normal que permite la óptima adaptación de los recién nacidos de todas las especies al medio extrauterino”.
Dr. José María Paricio Talayero
Lo que describe el Dr. Paricio Talayero, está descrito por múltiples estudios que respaldan la importancia y los beneficios de favorecer el contacto piel con piel (CCP) de mamá y bebé apenas nacer, contra muy pocos (por no decir nulos) a favor de la separación.
Sin embargo, tristemente, el protocolo más común en México, es separar a mamá y bebé después del nacimiento.
Esta separación, en realidad es una práctica innecesaria en el nacimiento de niños y madres saludables, que superan por mucho los casos reales que presentan dificultades al nacer. Dicha separación es algo demasiado común, principalmente en los hospitales privados de nuestro país.
Es importante resaltar, que es posible realizar el contacto piel con piel tanto si el nacimiento se da por parto vaginal o por cesárea. Pues tanto uno como otro, pueden realizarse en un entorno respetuoso y amigable para mamá y bebé, que contempla el pinzamiento tardío del cordón umbilical, el apego inmediato y la lactancia materna durante las dos primeras horas de vida del recién nacido, como lo describe el Dr. Christian Byron Mena, Gineco-obstetra pro parto natural, durante su conferencia en el 4º Congreso ACCLAM.
Comparten su opinión otros gineco-obstetras que tienen como práctica habitual, favorecer el apego inmediato en nuestra ciudad, como los doctores Omar Bernal, Bogar Hernández, Martha Castillo y Lorena Ruvalcaba, que procuran disponer las cosas necesarias para que el nacimiento siga siendo ese momento especial para mamá, papá y bebé.
Ellos nos comentan que cuando la mamá recibe a su bebé en el pecho, el equipo puede trabajar con mayor tranquilidad, pues el brote oxitocínico que genera este encuentro, reduce el riesgo de hemorragias internas en mamá y les permite hacer la otra parte del trabajo (limpieza, retiro de placenta y sutura), mucho más sencillo y relajado.
El apego inmediato, requiere también de un equipo de neonatología especializado y, principalmente, sensible y empático con las necesidades de las personas que están teniendo un hito en su historia familiar.
Así lo expresa el Dr. Eduardo Saavedra, pediatra neonatólogo:
“Cuando el bebé está sobre mamá, todo lo demás desaparece para ella. Su mirada está centrada en ese pequeño ser que ha dejado de llorar tan solo por sentirla y oírla. El estrés del nacimiento se disminuye. El bebé se siente seguro y pleno sobre su madre. Si no interrumpimos, ese pequeño encontrará su camino al pecho. Lo necesita es paciencia y tiempo. Pesarlo, medirlo, limpiarlo, puede hacerse después. Lo importante es favorecer el vínculo. Si mamá está inestable, el apego puede hacerse con papá y en cuanto mamá esté viable nuevamente, recibirlo en sus brazos. El contacto piel con piel, es el primer escalón para establecer una lactancia materna sin tantas dificultades. El siguiente paso, es indicar el alojamiento conjunto durante su estancia en el hospital, para que mamá pueda ofrecer el pecho cada vez que el bebé lo requiera y no hacer uso ni de biberones ni de fórmulas lácteas”.
*Declaro conflicto de interés, pues trabajo estrechamente con este equipo de médicos y me emociona ver cómo han modificado sus prácticas habituales para que los pequeños que ellos reciben tengan los beneficios del apego y la lactancia materna.
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