Vivir la realidad de la Ciudad de México es conocer la Piedra de sacrificios de asaltos y violaciones; el crimen organizado sale del control de las autoridades que tienen un origen en el PRD, el cual lleva 20 años gobernando la capital del país. ¿Esto es democracia?
Podemos cuestionar a los gobernantes de las delegaciones de la Ciudad de México, que en unos meses se convertirán en alcaldes, tienen diferentes orígenes partidistas y utilizan el claroscuro como una técnica en el uso de contrastes para destacar y manipular algunos elementos, dando lugar al estilo llamado tenebrismo. El México Tenebroso.
Vivimos una Constitución que tiene composición en una figura central, el Jefe de Gobierno, iluminada por una fuente de luz ausente. Es la representación del objeto político a partir del desarrollo de ciertas zonas de luz y de sombras como un contraste simultaneo de tonos, en el modelado de las formas en la composición de cuadros profesionales políticos que forman y deforman la vida democrática.
La Ciudad de México es parte de una crisis global de confianza y de desconfianza en la política y en los políticos, movimientos populistas, xenofobia, racismo, aislacionismo, es parte de un problema global de corrupción y abuso del poder.
Cuando entre en vigor la Constitución de la Ciudad de México, está en el imaginario colectivo que existirán mejores reglas del juego, más diálogo, honestidad de los políticos y mayor eficacia para gobernar, así, disminuir el aumento de la corrupción, el abuso del poder, la desconfianza en las instituciones y menor polarización en la clase política.
El teórico de la ciencia política Norberto Bobbio decía que cuando se menciona la palabra democracia, por nuestra mente pasan imágenes del día de las elecciones, el artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, señala “considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo”.
La democracia es más que un evento electoral, por ello, el político británico Winston Churchill agregaría que en las elecciones lo único que importa es saber quién es el ganador.
El escritor estadunidense Bukowski dice que la diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la primera puedes votar antes de obedecer. Manuel Jiménez de Parga, abogado y político español, define la constitución como un sistema de normas jurídicas, escritas, o no, que pretende regular los aspectos fundamentales de la vida política de un pueblo, y realiza una pregunta ¿Se cumple siempre lo ordenado en una constitución?
Por lo mismo, Karl Loewentein elabora una tipología de las constituciones y distingue tres clases: normativas, semánticas y nominales; las nominales funcionan de hecho, enmascara el juego de fuerzas políticas reales que detentan el poder. Sentencia: “El texto fundamental se pone al servicio de los poderes de hecho. Entonces, la constitución es una suma de palabras”. ¿La Constitución de la Ciudad de México será solo una suma de letras?
El artículo 16 de la Declaración Francesa de Derechos de 1789, menciona “Una sociedad en el que la garantía de los derechos no está asegurada y la separación de poderes no está definitivamente determinada no tiene una constitución”.
Pasarán los años, se harán estudios más avanzados y nos haremos más viejos, pero nuestra vivencia será más abundante y entonces podremos tener una idea más clara, una definición o concepto cada vez más claro sobre la Constitución de la Ciudad de México a partir de 2018.
Los pleitos entre partidos, el desacuerdo de los resultados, la compra del voto o el uso ilegal de dinero para financiar campañas, son desafío en fortalecer un régimen democrático. No es culpa de los otros, sino de los de adentro, que han sido incapaces de gobernar con honestidad y eficacia desde las instituciones de la democracia representativa.
Se trata de una amenaza que debe ser evitada por todos los partidos, instituciones y sociedad en general.
La Constitución de la Ciudad de México puede lograr cambios más profundos para progresar hacia una democracia liberal sólida, legalidad y Estado de derecho, inclusión y pluralismo, que están entre dicho en los claroscuros de la Constitución de la Ciudad de México.
*Octavio Aristeo López es profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México.
oaristeolopez@gmail.com