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lunes, mayo 12, 2025

Dividir y vencer en política

Dividir y vencer es una frase religiosa-política: “Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y ninguna ciudad o casa dividida contra sí misma permanecerá. Si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿Cómo pues, permanecerá su reino? Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por lo tanto, ellos serán nuestros jueces.” (Mt 12, 25-27).

Es una frase de advertencia porque el reino de Satanás no está dividido, divide al enemigo para enfrentarlo, divide al pueblo para debilitarlo con estériles discusiones, divididos en bandos absurdos se enfrentan mientras el diablo se sienta en la silla disfrutando el espectáculo.

Esta frase fue también usada por el conquistador romano, estratega militar, político y orador Julio César (100-44 a.C.), en sus batallas contra los galos, entre los años 58 y 52 a.C., a los que los opuso para que pelearan entre sí, así poder vencerlos y sojuzgar a las tribus galas que resistían al invasor, fue un choque que demostró la superioridad logística, estratégica y armamentística del ejército romano.

Estrategia que también utilizo Hernán Cortés para vencer a los Mexicas al conseguir una alianza con los señoríos de Tlaxcala el 18 de septiembre de 1519; Tlaxcala era un pueblo guerrero que no se había dejado dominar por los Mexicas; entonces Hernán Cortés apoyado por los Zempoaltecas inicia el 2 de septiembre de 1519 un ataque contra los tlaxcaltecas que se conoce como la batalla de Tzompantzinco, y no logro derrotarlos. Entonces, según la crónica de Bernal Díaz, Cortés decidió intentar una alianza.

A cambio de la paz, les ofreció apoyo en contra de los Mexicas, sus enemigos mortales, por lo que aceptaron. Al mismo tiempo que negociaba con los tlaxcaltecas, en un juego táctico, hacía saber a los emisarios de Moctezuma II que su ataque a Tlaxcala se debía a que eran enemigos de los Mexicas para que no intervinieran. Por lo que, Cortés ahondo la enemistad mexica-tlaxcalteca.

Después de la alianza Cortes inicia la conquista de Tenochtitlan capital del imperio Mexica-Azteca, que cae en poder de los conquistadores españoles del 10 de mayo al 12 de agosto de 1521. Por lo que, es uso común de los políticos esta estrategia política-militar porque ha demostrado ser eficaz: dividir y vencer a enemigos o a contrarios.

Desde el siglo XIX la elites mexicanas han utilizado esta estrategia que les ha permitido legalizarse con del voto popular a nombre del progreso instaurando regímenes surgidos del sufragio como una técnica de acceso al poder, con la aritmética electoral como forma operativa dividen al pueblo para vencerlo en las urnas. Las urnas dan legalidad a un régimen autoritario.

Por ello, siempre ponen en juego la credibilidad institucional del país y del sistema electoral, al practicar el truco de magia: presentan, argumentan desaparecer y reaparece el fraude electoral.

Es el caso actual de la deficiencia de capacidad operativa de las instituciones electorales: Instituto Nacional Electoral junto con su Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores, Tribunal Electoral Poder Judicial de la Federación, Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, integrados por francotiradores para asesinar cualquier asomo de democracia electoral.

No hay árbitros electorales en estos momentos, por lo que están provocando la violencia electoral al servir los intereses de los grupos que se han beneficiado por más de 30 años en el poder y que ocupan las instituciones para utilizarlas con fines personales.

Además, agudizan la confrontación entre las autoridades electorales de México, avalando la ilegalidad y la trampa, haciendo a un lado el interés público, apoyando la delincuencia organizada en el lavado de dinero en la campaña electoral presidencial.

Es el caso, de validar las candidaturas independientes con firmas falsas e irregularidades legales, es el anuncio de un fraude electoral el 1 de julio de 2018, que avalarán los candidatos presidenciales, es decir, los candidatos estarán de acuerdo como sucedió en 2006 ante el desarrollo de una campaña negativa que polarizo al país y que trae un alto costo de gobernabilidad.

Por ejemplo, supuestos gerentes o asesores de bancos llaman a los clientes, de igual manera agentes de ventas, hablan a los teléfonos privados para anunciar que si llega un candidato a la presidencia de la república que va de puntero en las encuestas perderán sus intereses y aumentarán los precios. Esto es parte de la campaña electoral que esta oculta. Solo queda a la espera de como muere la democracia mexicana que caerá en forma definitiva.

Un líder religioso comentará: si unificamos nuestras fuerzas y nos unimos, quien temblará será Satanás, al ver destruirse su reino ante la fuerza de un pueblo unido; un líder político dirá: que la democracia no sea un circo en el que divierten payasos y orangutanes como espectros políticos de odios y venganzas que se disfrazan de modernos, que se postulan para gobernar y no valorar la vida.

Romper con la legalidad electoral dinástica que no se respeta la constitución y el Estado de derecho es obligarla a respetar el régimen constitucional, es una insurrección en nombre de la rebeldía en el que la soberanía es del pueblo como señala el artículo 39 constitucional.

Es la hora de ver el interés del pueblo que es la democracia; ha llegado la hora de unir fuerzas, de no encerrarnos en los intereses particulares; ha llegado el momento de unir nuestras fuerzas y poner en común nuestras riquezas al servicio de la democracia: es autogobernarse respetando a la constitución y no a la clase que la viola sistemáticamente. No dejemos que nos dividan para no ser vencidos.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
Universidad Nacional Autónoma de México.
oaristeolopez@gmail.com

Octavio Aristeo López
Octavio Aristeo López
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: oaristeolopez@gmail.com

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