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viernes, abril 19, 2024

Impunidad

Impunidad, es no recibir castigo por un delito, es la falta de castigo; no se sanciona ni se enmienda la conducta de la persona que cometió un delito, es la evasión de la sanción de un delito o persona que es responsable de haber violado la ley, no recibe el castigo correspondiente; la impunidad suele asociarse a los ricos y famosos como el “Piojo”, la “pulga”, “El chapo”, Lorenzo Córdova, etcétera.

Es una especie de frustración y sensación de impotencia de las personas afectadas, ya sea por corrupción o por falta de evidencias; ya se sea por falta de denuncia o querella. Por lo que el delito queda sin castigo. Si el ofendido no denuncia crea una cultura de la no denuncia, carecen de una tradición del imperio de la ley; el poder judicial es débil y existe inmunidad porque no se investiga la violación de la ley y no se aplican las medidas apropiadas a los infractores de la ley, ser procesados, juzgados y condenados.

“Poner fin a la impunidad de los autores de esos crímenes y a contribuir así a la prevención de nuevos crímenes”, no se cumple este principio de la Corte Penal Internacional que entró en vigencia el 1 de julio de 2002.

El estar controlado el Poder Judicial por el Poder Ejecutivo, los conflictos y las resoluciones judiciales, que afecten al Poder Ejecutivo, en sus tres niveles de gobierno, será beneficiado. Esto significa que el derecho está enfermo porque la administración burocrática obsoleta, junto con sus contralorías, subordino al derecho y la política es la solución, pero la política esta “podrida”, comes….sin hacer gestos. Ejemplos: El piojo y la pulga, El chapo, Ayotzinapa, la Línea 12 del metro, el robo de la partida secreta de CSG, Ministerios Públicos (corrupción e ignorancia), etcétera.

Aproximadamente desde hace tres años hasta la actualidad, he escrito artículos, señalando que vamos hacia una crisis mayor con el constitucionalismo oligárquico separado del pueblo; el despotismo constitucional garantiza los intereses de la clase privilegiada y debilita a la nación, porque se intensifican los conflictos políticos y sociales, entonces, la democracia se fortalece igual los principios revolucionarios.

El capitalismo carece de moral. El vacío moral proviene de obtener riquezas, y existe un diálogo de sordos, no se ve ni escucha. Los excesos de la opulencia están fuera de la austeridad republicana. De aquí, que el Estado de Derecho en el discurso solo sea una retórica, porque a pesar de ello sigue galopante la inseguridad, la corrupción y la impunidad.

La violencia, los actos vandálicos y los que violan la ley son la clase política gobernante asesina, que no es castigada. Esta clase política gobernante asesina es la que está destruyendo a México, está desuniendo a los mexicanos, debilita las instituciones; son un problema y no trabajan por México, solo satisfacen sus interés particulares y de grupo.

El enriquecimiento es tan antiguo como la humanidad, el ser humano está en constante lucha por acumular riquezas, aun a costa de la vida de los demás; somos seres depredadores con una pasión desenfrenada por cumplir con esta necesidad de riqueza material.

Las detenciones, por parte de los policías y el ejército, son arbitrarias con exceso de fuerza, abuso de autoridad en un Estado Democrático; los detenidos están incomunicados sin contar con el proceso jurídico que todo ciudadano tiene en un Estado de Derecho; son agredidos física y psicológicamente, hasta llegar a la tortura en un Estado constitucional.

Las fuerzas policiacas no son castigadas por sus delitos en un Estado de Derecho; son utilizados para provocar disturbios; es decir, los policías son desestabilizadores y generan violencia.

Cierto, sostengo que las instituciones son democráticas y están enmarcadas en un Estado de Derecho, pero los titulares de estas instituciones son personas que conforman la clase política gobernante; de esta clase política gobernante, en el interior de ella, existe la clase política gobernante corrupta y asesina.

Esta clase política gobernante corrupta y asesina cree que las instituciones existen gracias a ella; pero no es cierto, porque las instituciones tienen su propia personalidad jurídica y normatividad democrática; los que manejan estas instituciones son seres humanos comunes y corrientes, son servidores públicos, son gente con ambiciones y probablemente pueden tener enfermedades mentales.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos vigente señala en el Artículo 49: “El Supremo Poder de la Federación, se divide para su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. No podrán reunirse dos o más de estos poderes en una sola persona o corporación”; Articulo 94 “Se deposita el ejercicio del Poder Judicial de la federación en una Suprema Corte de Justicia, en Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito y en Juzgados de Distrito” y el Artículo 96 “Los nombramientos de los ministros de la Suprema Corte serán hechos por el Presidente de la República y sometidos a la aprobación de la Cámara de Senadores, la que otorgará o negara esa aprobación”.

De aquí, que existan hechos que avergüenzan a la sociedad mexicana, porque existe dependencia del Poder Judicial con el Poder Ejecutivo.

Ante tal situación, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, origina conflictos y poca claridad en sus decisiones; su comportamiento es la de operadores de una maquinaria bien diseñada y construida en forma mecánica; falto de creatividad e incurren en desgracias, fracasos e ineficiencias en aplicar e interpretar la ley al obstaculizar la administración de la justicia por la constante tensión en aplicar y ejecutar venganzas olvidando la ética; y, postrarse ante el vencedor, ante el Poder Ejecutivo, y la justicia no sea accesible a todos los mexicanos. Aquí es dónde se deben realizar las reformas político-electorales.

Esto permite sostener la tesis de que en México vivimos en la simulación, donde la clase política en los Tres Poderes de la Unión jura respetar la Constitución y la violan, sin tener un mínimo de vergüenza. Doy un dato duro: las cuatro principales empresas televisoras de televisión abierta alcanzan a un 96% de la población mexicana diariamente y transmiten hechos degradantes a la Constitución que fomentan el autoritarismo y que se vive en el disimulo en una vida de traiciones a la Constitución. Porque a veces padecemos los ciudadanos mexicanos de amnesia histórica y esto proporciona impunidad y permite actuar con brutalidad por no respetarse la Constitución, y lo más desagradable, es que algunos sectores de la sociedad aprueben estos hechos.

En estos espacios he sostenido que una de las grandes reformas que se necesitan en México es hacer efectiva la división de poderes, con ello solucionaríamos muchos problemas que actualmente padece la sociedad mexicana.

El problema es que los ciudadanos observan, son testigos de una forma de gobernar donde sus gobernantes, autoridades y hasta los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación violan la Constitución con placer, quienes son jefes políticos incrustados en los Tres Poderes de la Unión, incluidos servidores públicos, empleados públicos que siguen los mandamientos de sus jefes inmediatos, aún a pesar de que violan la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos vigente.

Otro, que ambiciona la Presidencia de la República y que está vinculado al crimen organizado es Andrés Manuel López Obrador, quien respaldó y apoyó a gobernantes corruptos y asesinos como José Luis Abarca, sabía de sus nexos con el crimen organizado aun así lo respaldo y apoyo. Por consiguiente, tiene relevancia lo que afirma el filósofo español Fernando Savater “Los encargados de proteger al rebaño no pueden ser los lobos”.

El proceso de Franz Kafka, relata que Josef K. es arrestado por una razón que desconoce y entra en un proceso judicial asfixiante en el que no conoce a su acusador, pero si de un Poder Judicial con una burocracia compleja, oscura, que no es visible ese funcionamiento del poder y se apodera de la vida del ciudadano. “El proceso se acaba de iniciar y usted conocerá todo en el momento oportuno”. Mientras el ciudadano esta indefenso ante un ministerio público, juez y magistrado, que interpretan leyes complicadas. Todos ellos son licenciados en derecho, que hacen funcionar esta maquinaria. Entonces, existe indefensión jurídica y se desarrolla una conducta en el ciudadano que nombran los psicólogos indefensión aprendida (IA), que determina la conducta y estado de ánimo en su defensa por sus reacciones de miedo, temor, pánico y depresión. (Franz Kafka, El proceso).

¿Qué podemos esperar de quienes violan la ley, la Constitución y derrochan inmensas sumas de dinero para llegar al poder? Mafias del poder político y económico explotan y oprimen a los ciudadanos por medio de la ley. Por supuesto que tenemos absolutas estructuras institucionales que ya no funcionan, como es el hacer creer que existe la división de poderes, si el Poder Judicial no es electo por los ciudadanos y está sometido al Poder Ejecutivo; elegir electoralmente a los magistrados sí será una verdadera reforma política revolucionaria.

Le decía Benito Juárez García en una carta al austriaco Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena, segundo Emperador de México (El Primer Emperador fue Agustín de Iturbide), el 28 de mayo de 1864 “la historia contemporánea registra el nombre de grandes traidores que han violado sus juramentos y sus grandes promesas; que en estas traiciones el traidor ha sido guiado por una ambición de mando y un vil deseo de satisfacer sus propias pasiones y aun sus mismos vicios…pero hay una cosa que está fuera de alcance de la perversidad, y es el fallo tremendo de la historia. Ella nos juzgará”.

Los políticos mexicanos deben aprenden de esta máxima porque tarde o temprano la historia los juzga ya que el poder político no es permanente, es pasajero en la vida, alguno solo dura tres años, otros seis años, luego solos, sin amistad, tendrán que expiar sus atrocidades humanas en el purgatorio o en el infierno.

Si un funcionario público, como es el gobernante, no cumple con la constitución política está atentando contra el poder legal que tiene el Jefe del Poder Ejecutivo y contra el pueblo, es maldad y complot contra el orden establecido; son enemigos del jefe del Poder Ejecutivo y del pueblo. Están en medio de la impunidad.

 

Octavio Aristeo López
Octavio Aristeo López
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: oaristeolopez@gmail.com

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