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sábado, abril 27, 2024

La funcionalidad del Ejército

La forma en que se ejerce el poder burocrático en un país es de acuerdo a los intereses de un partido político y su lado ideológico, los individuos que integran la elite burocrática están profundamente metidos en los asuntos políticos y desempeñan un papel importante en la aplicación y determinación de las políticas, que no están exentos de inclinaciones ideológicas bien definidas y tienen poca conciencia en los efectos de sus tareas administrativas conservadoras, ya que existe poco interés en ser liberales y progresistas.

Una alta burocracia desempeña importantes papeles en las reformas, de aquí que, ser liberal o conservador tiene consecuencias en el área económica y militar, porque no son neutrales, responden a un interés ideológico, político y económico, aceptan o aborrecen políticas que van en contra de sus privilegios establecidos o a su interés personal como elite administrativa tradicional, esta es la lucha interna y sus traiciones, tienen caminos diferentes.

Las formas políticas autoritarias que buscan legalidad y legitimidad pertenecen a una burocracia dominada por el Poder Ejecutivo y llevar al aparato administrativo hombres del mismo partido que conforman una elite administrativa, por lo que, los funcionarios públicos que componen esta elite administrativa no son neutrales, responden a ciertos intereses ideológicos y políticos.

De lo contrario, obstaculizan las reformas estructurales que están en contra de sus intereses y privilegios, por ello, los grandes reformadores llevan a los hombres de su mismo partido a conformar la elite administrativa para cumplir estos fines; ejecutar las políticas señaladas por el Jefe del Poder Ejecutivo, estos ejecutantes tienen sed de poder en el gobierno burocrático, por ser parte de la elite burocrática desempeñan un papel importante en la toma de decisiones gubernamentales y por lo tanto, constituyen una fuerza política en la configuración del poder político en la sociedad.

Por lo mismo, altos funcionarios de la élite burocrática, ahora trabajan para compañías petroleras, empresas del sector energético y bancos; de la misma manera, ex gobernadores del PRI, del PRD y del PAN, enfrentan acusaciones de robo del erario público, lavado de dinero y crímenes de lesa humanidad.

Los altos funcionarios públicos buscan la continuidad, no los cambios que amenazan, por ello, la alta burocracia militar es celosa de su deber ante la protesta popular y reclutan a miembros del crimen organizado en las etructura burocrática; así que utilizan procedimientos de selección para conservar lo existente con el fin de garantizar la seguridad de su permanencia en la vida administrativa, como socios de lo público y lo privado, donde no exista diferencia de una empresa privada a una empresa pública, se trata del mundo de los negocios, no del bienestar de la sociedad.

Por ejemplo, el artículo 123, apartado B, fracción XIII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos sentencia: “Los militares, marinos, personal del servicio exterior, agentes del Ministerio Público, peritos y los miembros de las instituciones policiales, se regirán por sus propias leyes. Los agentes del Ministerio Público, los peritos y los miembros de las instituciones policiales de la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios, podrán ser separados de sus cargos si no cumplen con los requisitos que las leyes vigentes en el momento del acto señalen para permanecer en dichas instituciones, o removidos por incurrir en responsabilidad en el desempeño de sus funciones”. Aquí, existe una diferencia de los militares, marinos y del personal del servicio exterior mexicano.

Por consiguiente, los militares de alto rango de la elite administrativa creen que están exentos del partidismo ideológico, las recientes declaraciones de militares de México demuestran sus vínculos al partidarismo ideológico y político que afecta a la sociedad, actúan en actividades políticas, no tienen neutralidad ideológica ni política y el desinterés partidista de los militares no existe, y su influencia en los asuntos políticos es manifiesta.

Otro ejemplo, no importan los Centros de Control de Confianza, lo que importa es la disciplina a la persona, a la alta burocracia corrupta, déspota, prepotente, asesina y carente de principios humanos, que no respeta a la constitución ni las leyes; la carrera militar o policial se hace cumpliendo las instrucciones del jefe inmediato, no de las leyes; les asegura su puesto administrativo y sus ascensos, de aquí el quebranto de los derechos humanos y las garantías individuales de los que son desaparecidos y asesinados con impunidad, encontrados en fosas clandestinas, son crímenes de lesa humanidad.

En la alta burocracia son conservadores y reaccionarios, más si están vinculados con el crimen organizado, con una clase política corrupta y asesina; por ello, el desagrado, desconfianza y hostilidad que tiene la sociedad hacia esta elite burocrática que pocas veces tiene actitudes reformistas y está dispuesta a reprimir, a asesinar a líderes de los movimientos radicales, como muestra de abnegación a su jefe jerárquico Comandante de las Fuerzas Armadas, olvidando el nacionalismo y el cumplimiento de la constitución que gobierna un pueblo. En lugar de servir al pueblo, prefieren la barbarie de un individuo que viola la Constitución sistemáticamente y la mayoría de la clase política tiene residencia en Estados Unidos.

La elite burocrática militar, la elite militar aristocrática, ávida de dinero, las elites militares han sufrido un proceso, cambian a través de los años; tienen vínculos con empresas trasnacionales para proteger sus inversiones y explotación de recursos mineros y que fluya el tráfico de droga y humana; libre explotación de recursos mineros y fortalecer una asociación íntima con las dictaduras civiles, no solo los militares construyen dictaduras, también los civiles, los ejemplos claros son Hitler y Mussolini, que llegaron al poder con la ayuda del ejército regular y después sometieron a las fuerzas militares.

El resentimiento, derrotas y humillaciones del Ejército por el poder civil es porque existe un gobierno débil y vacilante, por su actos de corrupción no pueden defender al país y les cuesta trabajo conservar la constitucionalidad.

De aquí que algunos generales como el ex general Brigadier del Ejército Mexicano y Doctor en Administración Pública por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, José Francisco Gallardo Rodríguez argumente “que el Ejército Mexicano se salga de la política y actúe como una institución de Estado y no es entrometa en los asuntos que son exclusivos de la sociedad civil… La intervención del ejército en asuntos de orden político y judicial rompen el orden jurídico e institucional del Estado Mexicano y eso es gravísimo”.

El Poder Ejecutivo, con sus numerosas organizaciones burocráticas en cada institución, restablece la monarquía absoluta, es el regreso de funcionarios nombrados con sus derechos medievales, los privilegios señoriales de los funcionarios públicos con la centralización del poder. Es la funcionalidad del ejército en el presidencialismo autoritario.

 

* Octavio Aristeo López es profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México.
oaristeolopez@gmail.com
Twitter: @oaristeo

Octavio Aristeo López
Octavio Aristeo López
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: oaristeolopez@gmail.com

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