La tecnocracia tiene una ideología, sustenta la hipótesis que la técnica supera a la política, sus principales ideólogos son Saint Simón y Augusto Comte. Es una forma de gobierno impulsado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Estos organismos internacionales en 1960 dieron becas a mexicanos interesados en estudiar posgrados en el extranjero en el área económica, después regresaron como auxiliares políticos, ahora los políticos son auxiliares y servidores de los tecnócratas.
Por ello, existe el gobierno tecnócrata en México, gente especializada en la tecnología que defiende el proyecto de gobernar por más de 30 años; hacen uso del aparato burocrático en un correcto uso eficiente de la tecnología y los recursos naturales, así generar riqueza a un grupo reducido.
La administración pública está compuesta por instituciones y servidores públicos que elaboran leyes, interpretan estas leyes y ejecutan; producen bienes, prestan servicios, preservan el orden y realizan cambios graduales, vigilan, someten, calculan, planean, organizan, dirigen, controlan, deciden, cobran impuestos, entre otras cosas.
Es una actividad compleja y actúan sobre la realidad de la sociedad con una orientación científica, por lo que antes de actuar, estudian, esto impide que se conviertan en una maquinaria, porque existen variables que sacuden sus estructuras por las conductas antisociales e inhumanas de los servidores públicos.
El comportamiento de los administradores públicos, las motivaciones y los participantes del proceso administrativo, incluye la gestión administrativa y la organización administrativa del gobierno, es para estar atenta de las necesidades de la sociedad y no para asesinar o reprimir a los miembros pensantes de una sociedad por dinero; utilizar los recursos públicos al contratar a servidores públicos corruptos y asesinos, las autoridades que los contratan, son responsables también del mal uso del aparato burocrático.
La modernización de la administración pública en México actual, ocasiona mayor miseria, pobreza, desempleo; al conservar un salario bajo y mayor horas de trabajo genera riqueza para unos pocos, además, de los crímenes de lesa humanidad.
Por otra parte, las tendencias centralistas del sistema administrativo mexicano es reforzado por el comportamiento de gobernadores y presidentes municipales cuando recurren al centro del país con el objetivo de obtener recursos de la administración central que controlan los tecnócratas para satisfacer la creciente demanda de la infraestructura urbana y servicios públicos.
Esto refleja el sistema fiscal que controla la administración central, lo cual es motivo de corrupción y una deficiente democracia.
La rendición de cuentas se dificulta, porque el gobierno federal reparte el dinero a las entidades y no existe un mecanismo de control para garantizar que los recursos lleguen a la población que los necesita, más en épocas electorales como este año 2018 que desvían recursos públicos a los dirigentes de los partidos políticos y candidatos para las campañas electorales.
La administración pública que tenemos en México está dirigida por los tecnócratas que no dejarán el poder, las instituciones están viciadas, por lo que no permiten el funcionamiento adecuado al que están encomendadas; es el reflejo de la práctica que se tiene en México y lo que más influye en nuestro país es la corrupción e impunidad.
Los órganos auxiliares al Jefe del Poder Ejecutivo no le rinden cuentas ni a la sociedad, no respetan la ley solo la técnica, más en estos tiempos electorales de sucesión presidencial con un Jefe del Poder Ejecutivo débil para castigar los abusos de sus colaboradores.
La administración pública central son los órganos dependientes jerárquicamente del Jefe del Poder Ejecutivo, personifican su personalidad, ya que son carentes de personalidad jurídica, de aquí el abuso de poder.
Sabemos que la administración pública está al servicio de los ciudadanos y se fundamentas en los principios de honestidad, parcialidad, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública, sometido a la ley y al derecho, esto es un ideal en un gobierno tecnócrata.
Que no entienden de satisfacciones de las necesidades públicas y lograr con ello un bien general, la realización de un servicio público y someterse al marco jurídico, solo tienen interés en las políticas monetaristas y en el déficit fiscal, acrecentar la deuda pública ante los excesivos gastos de los servidores públicos que destinarlos al mejoramiento de los servicios de salud y educación.
La nueva gerencia pública se ha introducido en la Administración Pública, organizacional y normativa como herramienta en la actividad diaria de los funcionarios públicos, que fundamenta la ideología de la tecnocracia como forma de gobierno, que son especialistas en el uso de la técnica y la tecnología.
Resuelve los problemas como medidas de eficacia con datos tecnológicos que están a su alcance en la toma de decisiones sin importar la condición humana. Es la tecnocracia como forma de gobierno.
Así, en la Ciudad de México, con desapariciones forzadas por parte de policías, muestra que existe un gobierno policiaco que tiene sus orígenes en el PRD desde hace 20 años, que no tienen la capacidad de garantizar seguridad a los ciudadanos, menos a estudiantes universitarios que han sido reprimidos, como ha sucedido en otras entidades de la República Mexicana.
*Octavio Aristeo López es profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México.
Correo electrónico: oaristeolopez@gmail.com
Twitter: @oaristeo.