La vida democrática permite vivir en las marcadas divisiones que todavía existen desde la época de la Independencia de México, incluso Colonial; permite tener acuerdos para construir un proyecto de nación con pactos que nos ayuden a crecer y crear un modelo de un desarrollo en la actualidad global; unir a los mexicanos, con el diálogo y el consenso, que trae consigo reconciliación, certidumbre, realidad concreta, voto razonado y evita la perversidad política en la lucha por el poder de los grupos organizados; buscar el bien común de esta época contemporánea, no el enriquecimiento ilícito y actos de corrupción.
En la vida democrática, la clase política gobernante está capacitada para entender que los puestos políticos no son un botín personal de los que los ocupan para formar familias dinásticas, hereditarias; tampoco es generador de riquezas y privilegios de grupos que realizan la práctica opositora a un sistema político; al contrario, reivindicar los puestos públicos con vocación responsable del servidor público y del quehacer político, buscando el bienestar social en las actuales circunstancias mundiales, no en el pasado.
La voz democrática, es receptor, escuchado, busca no ser olvidado por el emisor y utiliza diversos canales, el que tenga menos ruido, en el que su voz sea clara y precisa; un canal de comunicación es el voto en las urnas, es lenguaje expresado, de aquí su importancia; es el que decide la elección, es el medio y el canal adecuado dentro de las instituciones democráticas.
Pero no es la democracia como señala el artículo tercero constitucional “…considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo”.
Además, la Constitución suspende el derecho a votar a los criminales, vagos, ebrios consuetudinarios o vagancia y a los incapacitados mentales porque pierden su condición de ciudadanos, pero el voto democrático permite el respeto a sus derechos humanos y vivir en democracia. Todos merecen respeto y libertad.
Por supuesto, a pesar de que el voto democrático es cuestionado, se respeta porque es un voto razonado; proporciona estabilidad; evita golpes de Estado. Por consiguiente, no prosperarán con éxito las protestas electorales porque el voto democrático decidió el triunfo de los candidatos triunfadores.
En la vida democrática, se eleva la dignidad de los mexicanos, no es poner de rodillas al ciudadano; es productivo, dinámico porque la corrupción no genera riqueza sólo el trabajo; por ello, si vivimos en un país corrupto, ya que la corrupción no solo se da en el sector público también en el sector privado, y sin trabajo, seguiremos siendo una sociedad miserable. Mientras, el Jefe del Poder Ejecutivo juego Ping Pong con Carlos Slim, haciendo negocios, ellos si ganan. Por lo que la incredibilidad es mayor en los políticos, como sucede en la Conade, observar lo que sucede con la participación de la delegación mexicana en los Juegos de la XXXI Olimpiada en Río de Janeiro 2016, Brasil.
Por lo que, es bajo el apoyo a la clase política gobernante por falta de credibilidad en ellos por las mentiras que practican; es muy fácil comprobar estas mentiras, ante las grandes expectativas existen escándalos de corrupción; la economía familiar está deteriorada, no se cumplen ni se respetan los derechos humanos, tenemos los casos de Ayotzinapa (Guerrero, todavía no aparecen los estudiantes a dos años), Tatlaya (Estado de México), Apatzingán (Michoacán), Nochixtlan (Oaxaca, a dos meses no se aclaran los hechos); el discurso que pronuncian es diferente a sus actos y actitudes, el lenguaje verbal es diferente al lenguaje no verbal que utilizan, como el caso de las mesas de diálogo con la CNTE.
Todos ganamos en una vida democrática. Los que no creen en la democracia siempre pierden. Por lo tanto, los que auguran la violencia en México sólo suponen escenarios catastróficos porque buscan dividir a los mexicanos e impedir el crecimiento económico y el desarrollo político, es el caso de la postura de la Arquidiócesis de México; la oposición es necesaria y tiene un valor invaluable cuando fortalece la sociedad y las instituciones democráticas, así que los catastrofistas están realizando una prospectiva en escenarios catastróficos, buscando la negatividad y la debilidad de las instituciones democráticas, porque si hablamos de violencia, ya existe y esta es institucional.
Se necesitan cambios de estrategias, buscar fórmulas, encontrar la ecuación, una de ellas, esperemos que funcionen, es el Sistema Nacional Anticorrupción, por el momento, la Ley 3 de 3, permite conocer a los políticos que no quieren declarar sus bienes patrimoniales, no son transparentes y se dicen que no son corruptos y que son transparentes; rechazan o se niegan a declarar sus bienes patrimoniales, o si declaran, lo hacen incompleto, además, si llega a ser presidente de la República no meterá a la cárcel a los corruptos.
La vida democrática permite instrumentar prospectiva científica mediante un diagnóstico certero, así crecemos en lo económico, no en supuestos ni en creencias que crean ilusiones que jamás se realizarán. Existen herramientas técnicas que pueden ayudar como el FODA, pero para que funcione es necesario información certera y verificable.
La vida democrática deja a un lado odios y venganzas; no incendia pozos petroleros ni al país, por ello están equivocados los que favorecen la violencia y crean un México violento para espantar inversiones y generar empleo, es la propuesta del sector empresarial. La crisis económica es un hecho a nivel mundial, por lo tanto, la economía familiar es un tema primordial para la mayoría de las familias mexicanas que viven en la pobreza y en la miseria extrema, ante un ambiente externo e interno lleno de corrupción, impunidad y tráfico de influencias que producen nuevos ricos surgidos de los cargos públicos.
Por lo que, los planes de gobierno deben definir una agenda económica de largo plazo coordinando los sectores productivos de la sociedad mexicana y hacer frente una probable inestabilidad económica, ante el conflicto económico de Estados Unidos y Europa encontrar solución al sistema financiero y buscar la estabilidad económica y el crecimiento económico con empleo. El crecimiento del empleo informal y salario mínimo en México es más bajo que en China.
En lo que se refiere a México y al mundo, aquí señalamos hace meses que vivimos tiempos antisistémicos. Desde su propia realidad, en México, también es evidente una poderosa inercia ante el cambio, con sus múltiples expresiones y causas. Los niveles de insatisfacción e indignación por el estado de cosas crecen de manera considerable. Esto puede ser un motor de transformación y mejora, pero también implica el riesgo de alentar propuestas extremas que, sustentadas en el odio y la frustración, arrollen lo mejor que tenemos: la vida democrática.
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
Universidad Nacional Autónoma de México.
Correo electrónico: oaristeolopez@gmail.com