Cuando la dictadura se instala en un país, empieza con un régimen totalitario y va convirtiendo a los ciudadanos en autómatas en donde una elite quiere eternizarse en el poder; en el cual, es más importante el personaje, cacique o como se le llame, que las instituciones, en el que la sociedad libre es manipulada y las elecciones son una farsa, acaban con el periodismo independiente e instrumentan sistemáticamente la violación a los derechos humanos; los que no están a favor de esta elite son excluidos, marginados en sus sueños y fantasías de un paraíso que no existe en el infierno, solo tienen como salvación a la Virgen de Guadalupe.
Leemos sobre la existencia de un Estado totalitario y dictatorial, y la salida de este mundo dictatorial es la crítica y la reflexión para no ser esclavizados por la elite que controla la burocracia, las empresas televisivas masivas y la tecnología; los medios de comunicación son herramientas eficientes para la propaganda política y la publicidad, incluso para fortalecer la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Las dictaduras militares atrasan la modernización y la democratización, la libertad y la justicia buscan firmar el divorcio irreconciliable y vivir en el infierno, ser asesinados por drones o por fuerzas especiales, el negar ser buen aliado, es mejor morir soñando en el paraíso.
Como señala esta frase histórica: “No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura” George Orwell, el ejemplo claro, es que el PRD, compuesto por jóvenes con vestimenta de marcas exclusivas y camionetas de lujo, es el modelo democrático que defienden, este modelo debe ser revisado. El PRD es otro partido beneficiario del sometimiento de los mexicanos al gobierno norteamericano, es parte de sus cálculos políticos utilizar a la Virgen de Guadalupe y a los militares.
Las traiciones están al día, el inconsciente se manifiesta en el jefe del Poder Ejecutivo, ya sabe que tiene un trato, un acuerdo, para que el PAN siga gobernando, así traiciona al PRI y a los priistas, traición que viene desde Carlos Salinas de Gortari, apoyados por la dinastía Bush y Clinton, ahora, no saben qué hacer; de aquí, los equívocos verbales, espera que los militares y la Virgen de Guadalupe lo salve.
Esta ruptura de lealtad se dio en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, en 2000, para dejarle el paso libre a Vicente Fox Quesada, candidato presidencial del PAN, quien ganó las elecciones presidenciales en el 2000, y que ahora el PAN regresa a ocupar la presidencia de la República en el 2018, su avanzada ocupó lugares estratégicos en las pasadas elecciones del 5 de junio de 2016.
Recordemos que el Jefe del Poder Ejecutivo de México, llamado Presidente de la República, es Jefe de Gobierno, Jefe del partido que lo lleva al poder, Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, Jefe de Estado, jefe de la Administración Pública Federal; esta es la personalidad del jefe del Poder Ejecutivo en México, éste es el papel que juega, es lo que todos los ambiciosos quieren jugar, tiene más poder que la Virgen de Guadalupe y los militares.
Por ello, los expertos jurisconsultos no pueden desinflar la influencia del Poder Ejecutivo que tiene sobre el Poder Judicial, es decir, realizar la reforma constitucional correspondiente y desaparecer la miseria y comedia humana en la procuración de justicia mexicana y la vigencia del Estado de Derecho.
Pero el actual Jefe del Poder Ejecutivo ya no representa la unidad de los mexicanos. Por ello traiciona a los militares, a los miembros del PRI, porque piensa cederle el poder nuevamente al PAN, está en su inconsciente. Es su miedo.
Además ha traicionado al pueblo de México al hacer mal uso de esos poderes durante seis años, existe demasiada corrupción, demasiada pillería entre los gobernadores, las complicidades pactadas entre los tres poderes para humillar al pueblo mexicano ayudado y auxiliado por la Virgen de Guadalupe y los militares.
Todo político conoce que a toda acción viene una reacción, muchas cosas pasan en el curso del tiempo, existen miles de imprevistos, variables, que no se pueden controlar, el poder está al lado del pueblo, no de la autoridad, cuando la autoridad piensa que tiene el poder es señal de descomposición de la autoridad no del poder ni del pueblo.
Por lo mismo, las críticas del secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, al nuevo sistema de justicia penal en México, que es una especie de puerta giratoria para la delincuencia organizada, no están a gusto desempeñando funciones de policías, teniendo tareas constitucionales más importantes, pero que la clase política gobernante desde Carlos Salinas de Gortari ha delimitado, queriéndolos convertir una simple guardia nacional, “desnaturalizando” las funciones de las fuerzas armadas mexicanas.
Recordemos que las fuerzas armadas están en el ámbito político, pero en 1996, ante el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta el 23 de marzo de 1994, Ernesto Zedillo Ponce de León perdió legitimidad y fue un presidente débil, por lo que necesitaba al ejército mexicano en las calles y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que está al servicio del Poder Ejecutivo, permitió la intervención del ejército en tareas de seguridad pública.
Pero, la mayor presencia militar se dio en la administración pública federal del sexenio de Vicente Fox Quesada, 2000-2006, en aquel tiempo el titular de la PGR fue el general Rafael Macedo de la Concha que todavía tiene cierta influencia en este sexenio 2012-2018; Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) utilizó a los militares para fortalecer su gobierno ante el fraude electoral promovido por Vicente Fox Quesada para robarle la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador, por ello, desplegó operativos militares en diferentes regiones del país, por una supuesta lucha contra el narcotráfico solo fue un pretexto, fue una especie de golpe de Estado en México, porque la legitimidad y legalidad electoral todavía está cuestionada.
A Enrique Peña Nieto se le cae la Presidencia de la República encima con la visita de Donald Trump, los escándalos de corrupción, necesita de los militares para gobernar, cada movimiento que hace son errores, es mejor que no haga nada ni diga nada, es la recomendación que le hace la Virgen de Guadalupe y los militares, causa vergüenza su actuar porque no se sienten representados por él y está alejado del pueblo, mientras ellos están cerca, por lo que la figura presidencia pierde presencia, está ausente ante la militarización del país y la Virgen de Guadalupe.
Por consiguiente, habrá periodo extraordinario de sesiones en el Congreso de la Unión, de manera urgente, para crear la Ley de Seguridad Interior, con el propósito de regular la participación de las Fuerzas Armadas en funciones de apoyo a las autoridades civiles, en los ámbitos local y federal. La militarización del país sigue su marcha y crece la figura salvadora de la Virgen de Guadalupe.
Octavio Aristeo López esprofesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
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