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miércoles, mayo 14, 2025

Las reformas estructurales

Avanzar por el camino correcto hacia las reformas estructurales, no debe perderse de vista que provocar un cambio radical en el pensar de un México posible de primer mundo e inmediatamente, reaccionan los grupos políticos prehistóricos resentidos llenos de odios y rencores.

Estos grupos políticos reaccionarios a toda reforma estructural o no estructural, por querer vivir en el México atrasado, arcaico, prehistórico, autoritario, ya no tienen futuro por ser autoritarios, antidemocráticos y ambiciosos.

Incurren en diversos delitos como abuso de autoridad, uso excesivo de la fuerza, violación a los derechos humanos y fabricar delitos en las agencias del ministerio público.

Los dirigentes y líderes de los partidos políticos en México no van a la misma velocidad de los cambios estructurales que requiere la sociedad mexicana, esto no lo han comprendido ciertos líderes políticos al señalar que sin presupuesto no hay democracia; por supuesto que se puede trabajar y fortalecer la democracia sin presupuesto, la democracia no es de dinero, vivimos en otro tiempo donde se puede trabajar por y para la democracia sin ostentosos recursos económicos; la democracia no está a la venta ni se mercantiliza.

Entonces, ¿Dónde está el amor a la patria de la clase política gobernante?, ¿Dónde está la creatividad?, no por tener mucho dinero o tener un sueldo de 200 mil pesos mexicanos mensuales llega la creatividad y surge el amor a un país.

Por ello, la crítica de los críticos a las reformas estructurales, quienes tampoco entienden que los mexicanos ya cambiaron, esto significa que México cambió; criticar es muy fácil hasta caer en la irresponsabilidad: “si queremos recuperar la confianza ciudadana, todos tenemos que ser autocríticos, tenemos que vernos en el espejo, empezando por el propio Presidente de la República” (18 de mayo de 2016).

Aquí, recuerdo, una parte de su discurso del 1 de diciembre de 2012 del Jefe del Poder Ejecutivo: “Igual que en la vida de las personas, las familias o las comunidades, en la vida de las naciones se presentan, pocas veces, las oportunidades de cambiar de manera trascendental. Cuando aparecen estas oportunidades lo fundamental es reconocerlas, sobre todo, entenderlas y aprovecharlas. Como Presidente democrático, respetaré a todas y a cada una de las voces de la sociedad. Voy a ejercer un Gobierno abierto, que hable con verdad, que pida opinión, que escuche a la ciudadanía y tome las mejores decisiones”.

El concepto Presidente democrático, es parte de mis reflexiones que contribuyen al debate nacional, por ello, la democracia norteamericana hace posible la reelección presidencial en forma indirecta en el que se requieren 270 votos del Colegio Electoral, de un total de 538, para ganar la presidencia en Estados Unidos. Esta es la democracia aritmética norteamericana, es propia de ella, no nuestra. Pero, tiene un peso político importante en la vida nacional mexicana: “México es nuestro tercer socio comercial; vendemos más a México que a China, India y Rusia combinados” (Barak Obama, 22 de julio de 2016).

De la misma manera, existen diferentes olas de mar semejante a Olas democráticas que recorren el mundo, es la Ola del futuro, estas Olas democráticas ahogaran a los se le enfrenten, porque la inteligencia está al servicio de la democracia; en la Ola democrática los ciudadanos se manifiestan, gritan, vociferan, todos tienen derecho a expresarse y manifestarse respetando las instituciones democráticas enmarcadas en la constitución política.

Cierto, el proceso electoral está en constante crisis y catarsis, el Instituto Nacional Electoral está en entredicho, provocado por la forma de gobernar de la clase política gobernante corrupta y asesina, que no es capaz de garantizar una transición electoral pacífica, pero no detendrá la Ola democrática victoriosa que ahogará y enterrará odios, ambiciones y egoísmos que existen.

Por ello, son bienvenidas todas las participaciones ciudadanas que apoyen el cambio democrático que necesita nuestro país, al que se suman diferentes grupos democráticos de las demás clases políticas; deben unirse a esta Ola democrática victoriosa, a la que pertenezco, y les doy la más cordial bienvenida en la lucha por consolidar la democracia, que es una lucha permanente para consolidar las reformas estructurales con el apoyo del pueblo.

Por ello, estemos unidos en el pluralismo democrático para lograr el cambio y fortalecer la democracia en México; también doy la bienvenida a miembros de la clase política conservadora y miembros de la clase política que defiende algunos principios de la socialdemocracia clásica por integrarse a esta Ola democrática victoriosa que ahogará a los autoritarios y totalitarios; por ello debemos construir puentes de diálogo para hacer posible las reformas estructurales. Evitar caer en la violencia como está sucediendo en estos momentos en México (Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Morelos), Estados Unidos, Europa y Asía.

Solo nos queda confiar en la democracia, ya que con la democracia estamos a salvo; hay que confiar unidos en la pluralidad democrática que suma no resta, incluye no excluye en las reformas estructurales. Estar preparados para sucesos imprevistos.

El objetivo principal no es componer un cuadro espantoso ni multiplicar al infinito los males que afligen al cuerpo social y político, ni menospreciar y ver con desdén al mismo pueblo en su participación en las reformas estructurales. Es necesario rescatar parte de este discurso pronunciado en el Sistema Nacional Anticorrupción: “La corrupción es un cáncer social que vulnera los derechos de los ciudadanos y daña la economía. Cada vez más, en buena medida gracias a las redes sociales y a la libertad de expresión, la sociedad se entera de actos de corrupción cometidos por servidores públicos y particulares” (18 de mayo de 2016). La corrupción corroe los hilos del sistema.

Tal es nuestra generación: emprender tal empresa siguiendo el curso natural de los acontecimientos. No perder el amor a la libertad en medio de la anarquía, de la dictadura popular o la dictadura de las minorías.

Tiene que renacer un nuevo gobierno democrático más allá del discurso: “En noviembre de 2014, la información difundida sobre la llamada Casa Blanca causó gran indignación. Este asunto me reafirmó que los servidores públicos, además de ser responsables de actuar conforme a derecho y con total integridad, también somos responsables de la percepción que generamos con lo que hacemos, y en esto, reconozco, que cometí un error. No obstante que me conduje conforme a la ley, este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el Gobierno. En carne propia sentí la irritación de los mexicanos. La entiendo perfectamente, por eso, con toda humildad, les pido perdón. Les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio y la indignación que les causé” (18 de mayo de 2016).

 

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
Universidad Nacional Autónoma de México.
oaristeolopez@gmail.com

Octavio Aristeo López
Octavio Aristeo López
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: oaristeolopez@gmail.com

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