- Publicidad -
jueves, marzo 28, 2024

Político egoísta

Entender la conducta humana de un político es importante, porque el axioma del egoísmo no resulta  necesariamente incompatible con la búsqueda del bien colectivo, pues un político puede querer consagrarse como el gran estadista en la historia de su país, y este es un acto egoísta.

El Diccionario de la Lengua Española © 2016 Larousse Editorial, S.L., define el egoísmo “(Del fr. egoisme.) 1. s. m. Modo de ser de quien antepone sus deseos e intereses a los de los demás”. Una persona egoísta tiene egoísmo. Procede de la palabra ‘egoísmo’ y a su vez, del latín ego (‘yo’) y el sufijo -ismo, e indica desde un punto de vista general un excesivo amor a uno mismo, centrado en su propio interés.

Algunos sinónimos de ‘egoísta’ son: codicioso o ambicioso, que está relacionada con el adjetivo egocéntrico, indica que busca ser el centro de atención, es el único que tiene la razón.

Por otro lado, desde una perspectiva psicológica, el egoísmo alude a un conjunto de conductas del ser humano que se pueden manifestar en el egocentrismo, que es la actitud propia de quien cree que todo gira únicamente en torno a sus intereses; de aquí que el ego es aquello que media entre la realidad del mundo físico, los impulsos del sujeto y sus ideales.

Recuerdo el libro escrito en 1976 de Richard Dawkins, El gen egoísta. Las bases biológicas de nuestra conducta: “Somos máquinas de supervivencia, autómatas programados a ciegas con el fin de perpetuar la existencia de los egoístas genes que albergamos en nuestras células.”

Por lo mismo, los reaccionarios solo son mercaderes-egoístas, brincan como chapulines de un partido a otro, buscan el pago de sus actos, venden sus acciones, son los judas del pueblo mexicano sacrificado; son la personificación de la corrupción, han corrompido a la supuesta izquierda mexicana, están creando una falsa izquierda mexicana, una izquierda corrupta, egoísta y parásita.

Para explicar los fenómenos políticos a partir de decisiones individuales, la creencia en que todo individuo puede ordenar sus preferencias, el supuesto del egoísmo y la idea de que todo individuo, cuando actúa en función de una meta, busca maximizar sus preferencias.

Espero, que esta reflexión la entiendan los que gobiernan, que en este espacio repito con insistencia sus conductas políticas; además, que el pensamiento político de Nicolás Maquiavelo interpreta la realidad política que estamos viviendo.

En su libro El príncipe, sentencia: “Porque todo renovador tienen como enemigo a todos aquellos beneficiados bajo el antiguo régimen y solo tibios defensores ente los que esperan beneficios del nuevo” régimen.

“Por eso ocurre que todos los protestas armados triunfaron y los desarmados sucumbieron. A todo lo dicho se agrega la veleidad de la masa; es fácil convencerla de una cosa, pero difícil mantenerla alineada”. Esto significa que “toda idea política, por buena que sea, sólo puede imponerse luchando contra el adversario. Imponer una idea poco tiene que ver con la razón y el entendimiento; solo tiene que ver con el poder y con la influencia”. (Nicolás Maquiavelo, El príncipe)

Y que, “Toda idea política divide a la sociedad cuando intenta realizar cambios y todo cambio tiene  tanto víctimas como beneficiarios”.

Entonces, estamos en guerra cuando conseguimos objetivos políticos, ya que toda idea política expresada por un individuo o por un grupo divide a la sociedad desde el momento en que es conocida. Y es que toda idea política apunta a cambiar una situación y toda situación tiene tantas víctimas como beneficiarios.

Casi siempre es así, pues en política predominan los juegos de suma cero, razón por la cual toda idea tendrá defensores y adversarios. Sobre todo, el combate estratégico a la corrupción es sumamente duro porque están en juego mucho dinero y mucho poder, los pasos son lentos.

Por lo tanto, escuchamos en los discursos políticos, conceptos preferidos de los seres humanos egoístas: costos, beneficios, probabilidad, riesgo utilidad, maximizar, racionalizar, informar, alternativas, preferencias y costos.

Estamos en guerra porque existe un pensamiento estratégico, el pensamiento y la acción estratégica son algo natural en el campo económico y militar. En política, en la ejecución de políticas a largo plazo, en la realización de campañas, la planificación estratégica es requisito para lograr el éxito.

Toda reflexión y planificación orientada hacia un objetivo y ejecutada de manera enfática es una planificación estratégica.

Por ello, una de las obras fundamentales sobre planificación estratégica es El arte de la guerra de Zun Tzu, que surgió en China hace más de 2000 años, y sigue siendo un libro influyente sobre estrategia; es una lectura importante para los políticos y ejecutivos del mundo.

De aquí que, la estrategia militar se aproxima cada vez más a la política, para finalmente convertirse en ella. La continuidad de la guerra es la política, es el fundamento de la Guardia Nacional.

Ya que, toda decisión depende del modo de decidir. Por consiguiente, la política no es solo una actividad en la que diferentes grupos de personas persiguen la obtención de unos resultados sino la misma elección de los procedimientos de decisión.

Por lo que, no somos iguales, pero es más de lo mismo, pues existen políticos egoístas egocéntricos.

Octavio Aristeo López
Octavio Aristeo López
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: oaristeolopez@gmail.com

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO