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sábado, abril 27, 2024

Por fin… se fue

Por fin… se fue, señala con alegría la gente trabajadora. Ahora, se trabajó con mayor gusto y se informará de la otra realidad. La visita de Jorge Mario Bergoglio a México del 12 al 17 de febrero de 2016, fue de Estado.

¿Que esperaban?, si el Vaticano es un país soberano; por ello, el recibimiento, como autoridad y jefe Estado de la Ciudad del Vaticano que le dio el gobierno mexicano al sumo pontífice de la Iglesia Católica Jorge Mario Bergoglio, es correcto, y en forma certera se comportó Jorge Mario Bergoglio como cualquier otro jefe d e Estado visita a México.

Por supuesto, Jorge Mario Bergoglio es el actual papa de la Iglesia Católica y sabe que es una institución con personalidad jurídica con una forma de gobierno teocrática, que le permite mantener relaciones diplomáticas con otros países, y al visitar a México no podía actuar de otra manera a pesar de recibir presiones y cambiar de actitud en el trato de ciertos temas en sus ochos discursos pronunciados, sobre todo, de los políticos en lugar de los teológicos.

Sin duda, para ciertos grupos, esto lo convierte en cómplice de la clase política gobernante corrupta y asesina de México, en el que hacen caso omiso de la separación de Iglesia y Gobierno, que tienen las manos manchadas de sangre y que circularan sus fotos acompañado de ella en la pasarela electoral.

Bienvenido a Sodoma y Gomorra. La visita de Jorge Mario Bergoglio benefició a los mercaderes de la política y fue útil como termómetro político electoral.

En sus recorridos por la Ciudad de México; Ecatepec, Estado de México; San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Morelia, Michoacán, y Ciudad Juárez, Chihuahua, no observé un México, que tiene millones y millones de fieles católicos, fervientes, más bien, es un México que está perdiendo su identidad tal y como lo observó en su visita, que tiene gusto por el circo y el carnaval, los jolgorios y las fiestas, en el donde los clérigos católicos y los políticos representan el mismo papel, bailan la misma pieza musical en sus orgías carnavalescas junto con los empresarios.

En México existen más de 20 millones de mexicanos que no son católicos, apostólicos ni romanos. Esto significa que La Gallina de los Huevos de Oro, está en peligro de extinción; no hay educación evangelizadora ni fe, solo administración del dinero acumulado con engaño y manipulación.

Dentro de su organización política, Jorge Mario Bergoglio, ya dio la orden jerárquica de que el obispo que cambie de diócesis a un sacerdote pederasta debe renunciar a su cargo, presentar su dimisión, para tomar conciencia de la inconciencia, ser “constructor de puentes no de muros”.

En este otro contexto se desarrolla este otro corto diálogo imaginario entre dos estadistas que conocen la realidad de México:

Jefe de Estado en México: “Es la primera vez que el Sumo Pontífice es recibido en este histórico recinto.”

Jefe de Estado del Vaticano: “Y hoy vengo como misionero de misericordia y paz. Pero, también, como hijo, que quiere rendir homenaje a su madre, la Virgen de Guadalupe, y dejarse mirar por ella.”

Jefe de Estado en México: “Todos estamos llamados a edificar un mundo mejor, trabajando en unión y en sintonía, porque la solidaridad es, como usted bien lo ha dicho, un modo de hacer la historia.”

Jefe de Estado del Vaticano: “Los dirigentes de la vida social, cultural y política les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimentos, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz.”

Bienvenidos a la realidad mexicana sobre los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, el aborto, la homosexualidad, la violencia (señala la historiadora y filosofa francesa Elisabeth Badinter: La violencia no es una exclusividad masculina), el narcotráfico, la pederastia, los Legionarios de Cristo, la agonía de los dirigentes nacionales de los partidos políticos.

Vínculos de líderes y dirigentes de los partidos políticos con el narcotráfico, como está sucediendo en Guerrero, Veracruz, Tamaulipas; antes de la llegada de Jorge Mario Bergoglio a México, estaban varios temas candentes: Veracruz, Morelos, Chiapas, Coahuila, incluso circuló información de que el PRI podría perder las gubernaturas de Tlaxcala y Veracruz, la alianza del PRD y el PAN para impedir el paso del narcotráfico por sus filas.

La corrupción que existe en el área estratégica de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la entrega de pasaportes. Hasta la exoneración de políticos corruptos con solo pasarse a Morena; la llegada de nuevos funcionarios públicos ligados con actos de corrupción y con Carlos Salinas de Gortari que no está arrepentido de sus actos en contra del pueblo de México ¿Quién lo exonerará?

Probablemente si tiene un diálogo interior y repita constantemente: “Me pongo bajo la mirada de María, la Virgen de Guadalupe. Le pido que me mire para que, por su intercesión, el Padre misericordioso nos conceda que estas jornadas, y el futuro de esta tierra, sean una oportunidad de encuentro, de comunión y de paz.” (Jorge Mario Bergoglio). “Con el demonio no se dialoga”, sentencia Bergoglio.

Por fin… se fue.

Octavio Aristeo López
Octavio Aristeo López
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: oaristeolopez@gmail.com

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