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domingo, noviembre 3, 2024

Las intermitencias de la música en la sociedad del olvido

En la sociedad del olvido de Yoko Ogawa existe una isla donde los recuerdos se desvanecen y la policía de la memoria persigue a todo aquel que conserve la capacidad de recordar, los captura y “desintegra”. Son los agentes ministeriales de ese lugar los encargados de borrar tan solo las experiencias y formas de ser incompatibles con el sistema, argumentando que cuando un sujeto sufre de pérdida de memoria no se da cuenta de la importancia que tiene aquello que no es capaz de recordar – evitándole sufrimiento y desesperación. Mientras que en la sociedad posmoderna, los mismos ministeriales buscan, sin opresión, inducir el olvido voluntario y cancelar a los que no comulguen de las mismas ideas; pero en vano, puesto que tal intento, ni es original ni es eficiente.

La memoria es el bastión de la libertad – así lo afirma Toño, sentado en un pequeño taburete de madera hecho a mano, con manga corta, mostrando, sin ninguna pena, su piel arrugada y oscurecida por el sol, donde lleva grabadas tantas otras certezas y constataciones. A sus 82 años, recuerda con emoción aquellas tardes de sábado de hace décadas, en que la familia se reunía por el simple gusto de socializar y escuchar las canciones que el fonógrafo reproducía; mientras su padre, fumando la pipa, arreglaba los problemas del mundo.

Años más tarde, la familia sustituyó el rudo aparato de manivela por un tocadiscos, pero mantuvo la costumbre de reunirse cada sábado para escuchar, entonces, los vinilos que giraban a 33⅓ revoluciones por minuto con sus versiones longas –Long o Extended Play, LP o EP– o a 45 RPM, con su versión corta –el Single–, que en la “cara A” traía el hit que todos querían cantar, y en la “cara B” el instrumental.

Toño se hizo adulto, pero aun así, no salía de casa sin su caja de 390 gramos colgando del cinturón, un cable gigantesco que siempre andaba enrollado entre sus manos y unos audífonos que le tapaban las orejas; por supuesto, era el mismo Walkman que tantos preduelos le hizo pasar cada vez que la cinta se enmarañaba en su interior.

No pude resistir el recuerdo de cómo colocábamos cinta transparente o pequeños pedazos de papel arrugado en los espacios de las cejas de protección contra grabado, ya fuera porque el casete comprado no las traía o porque en algún momento las rompíamos para que nadie más grabara en esas pistas; o de cómo avanzábamos y rebobinábamos nuestras músicas favoritas con un lápiz o una pluma bic, todo con tal de ahorrar las baterías del Walkman.

Mientras tanto, Toño mencionó la transición a la era digital y cómo disfrutó de su Discman, aunque rara vez salía con él porque el láser no dejaba de saltar. Sus hijos, nativos digitales y fieles defensores de los archivos MP3, no tuvieron ese tipo de problema y pueden disfrutar de la música en cualquier lugar, ya sea desde sus computadoras, celulares, relojes digitales o incluso desde algunos tenis de marca equipados con lector MP3 y Bluetooth. Pero con la tecnología, también adoptaron la soledad, transformaron lo antiguo en ¡vintage!, y perdieron la oportunidad de tocar, oler y oír los viejos discos de vinilo.

Ahora les tocará a los nietos de Toño despedirse de los archivos MP3, pero sin la posibilidad de apreciar el talento de los grandes nombres de la música; pienso ahora mismo en Pedro Infante, José Alfredo Jiménez, Vicente Fernández, Chavela Vargas, Jorge Negrete, entre tantos otros, que sin balbuceos ni auto-tune, conquistaron el mundo. Qué bueno es poder recordar los orígenes, cuando todo parece perdido.

Ogawa, Y. (2021). La Policía de la Memoria. México: Tusquets Editores S.A. Libro electrónico. e-ISSN: 978-607-07785-2-0.

Charles Y. Da Silva Rodrigues
Charles Y. Da Silva Rodrigues
Profesor asociado de la Universidad de Guanajuato, México. Investigador del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) de CONACYT. Investigador do Centro de Investigação Professor Doutor Joaquim Veríssimo Serrão, Santarém, Portugal. Investigador colaborador del CEMRI-UAb, Estudio para las Migraciones, Lisboa, Portugal. Miembro del Claustro de Doctores de la Universidad de Extremadura, España. Formación: Posdoctorado en Filosofía Antropológica por la Universidad de Lisboa. Doctorado en Psicología por la Universidad de Extremadura, Campus Badajoz, con Sobresaliente CUM LAUDE. Especialización en Neuropsicología por el Instituto CRIAP, Lisboa. Maestría en Docencia Universitaria para la Educación Digital por la Universidad de Guanajuato. Maestría en Psicología del Lenguaje y Logopedia por la Universidad Autónoma de Lisboa (UAL). Licenciatura en Psicología Clínica, UAL. Licenciatura en Filosofía por la Universidad de Lisboa (FLUL).

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