Según información del IMPLAN (Instituto Municipal de Planeación), en León más de 208 mil 960 niños de cero a 14 años viven en alguno de los 8 polígonos de pobreza -determinados y asumidos así por dicha instancia- aprobados por el H. Ayuntamiento del expanista Ricardo Sheffield, basados en criterios del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), y del índice de Marginación Urbana que calcula el Consejo Nacional de Población (Conapo).
Estos polígonos son: Las Joyas, Los Castillos, Medina, Piletas, Jacinto López, San Francisco de Asís, Diez de Mayo y San Juan de Abajo. En cada uno las carencias se manifiestan de manera distinta, y a cada uno les golpea con intensidad distinta la carencia y la falta de oportunidades. Sus indicadores de marginación no son los mismos, y en cada uno los síntomas son evidentes de manera distinta.
Sin embargo todos tienen algo en común: La cobertura de servicios es insuficiente. Ante una emergencia, polígonos como Jacinto López, o San Juan de Abajo, son de difícil acceso para una ambulancia, por ejemplo. Al menos en mi caso he sabido de distintos casos que en el último polígono mencionado, personas han muerto a causa de los accesos imposibles, en que simplemente las ambulancias reportan no poder accesar, y por supuesto, menos en tiempo de lluvia.
Retomando la cifra de infantes que se reparten entre los ocho polígonos… Todos ellos están ante el riesgo inminente de no cambiar el rumbo de sus vidas. Un alto porcentaje de los mismos, tiene acceso al consumo y tráfico de sustancias. En el caso de la “Diez de Mayo”, un aproximado de 978 adolescentes en edad secundaria no acude al colegio… Casi mil. Sin embargo la pregunta es: ¿Qué hacen al no ir a la escuela?
La respuesta no es tan difícil, si se investiga a dicha colonia. La respuesta no es compleja si conocemos los porcentajes de adolescentes en situación de riesgo por consumo de drogas. En mi columna de hace 15 días, decía que según la “Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017” en Guanajuato, de 2008 a 2016 se duplicó la incidencia referente a consumo de sustancias ilícitas en menores de 12 a 17 años.
Los datos duros, y las estadísticas al respecto no mienten. Lanzan cifras alarmantes. Cifras preocupantes, y hechos que no todos queremos ver o que hacemos como que no entendemos los por qués. Pero… ¿Cómo no interpretar con claridad el por qué de las cifras disparadas en menores en riesgo por las drogas? Si no existen planes de desarrollo que tendrán seguimiento y operancia a pesar de colores y administraciones municipales.
Políticas Públicas que brillan… ¡por su ausencia!
Las políticas públicas y sociales no deben ser ocurrencias. Deben partir de serios análisis estadísticos y deben ser elaboradas por equipos interdisciplinarios y profesionales, con la preparación para entender los contextos, las comunidades, las problemáticas, así como las estrategias y potenciales soluciones.
Mientras no entendamos la importancia de intervenir de manera puntual con planes formales de rescate al tejido social, todo quedará en intentos.
Sería factible, y sobre todo posible ver a instancias como:
- Policía Municipal capacitando a sus elementos idóneos, en “Psicología del adolescente en contextos de riesgo” y las respectivas estrategias para intervenir, con programas deportivo-sociales de seguimiento semanal por períodos de adopción semestral -para evaluar impactos reales- por determinación estadística delictiva y de riesgos.
- Institutos de la Juventud, asistiendo de manera periódica por adopción de tiempo determinado -de igual manera- a polígonos o a colonias carentes de espacios recreativos, para impartir distintos talleres culturales o deportivos.
En definitivo, los riesgos son interminables, sobre todo los psicosociales que amenazan a las colonias y comunidades olvidadas, pero es un hecho que la gama de estrategias y posibilidades, también son infinitas para los gobiernos creativos y profesionales que sustentan sus intervenciones basadas en estudios y en teorías sociales.
Es urgente que existan leyes que legislen en favor de códigos para la permanencia de programas sociales con determinada línea cuando son exitosos, para que de esta forma evitemos los gastos del erario, para el cambio de espacios deportivo- culturales por ejemplo, por oficinas administrativas del Municipio, como lo fue la Plaza de la Ciudadanía de la Colonia Presidentes de México.
Los niños que no sean atendidos hoy… Así como la juventud que en el presente no encuentra oportunidades para su sano desarrollo, generarán violencia y delinquirán el día de mañana.
Termino esta semana con una frase de Carl T. Rowan, el periodista estadounidense que dijo: “Es más sencillo sentirse ofendido por una injusticia en el otro lado del mundo, que por la opresión y la discriminación a media calle de nuestra casa”.
Honduras por supuesto, es tema de todos los ciudadanos del mundo. Pero leonesas y leoneses, en nuestra ciudad existen y nos ocupan 8 polígonos con altos índices de marginación social.
¡Nos leemos la próxima semana!
