- Publicidad -
miércoles, abril 24, 2024

Batman: The Killing Joke

Portada_guason

¿Por qué nos sentimos atraídos hacia el mal? Es una pregunta válida que por milenios el ser humano ha intentado razonar. El mal existe, no importa si es en forma ficticia o real (siendo que este llega a influenciar al otro y viceversa), lo vemos con respeto en un intento por quizás comprenderlo e intentar borrar el error que nos lastima como sociedad o como expiación personal… esa es básicamente la misión de Batman y no hay mejor villano que defina estos elementos como su némesis, “el príncipe payaso del crimen”: El Guasón.

Desde su primera aparición en el primer número formal de Batman, El Guasón vive una lucha personal contra el héroe de Ciudad Gótica al querer mostrar su visión del mundo por supuesto, disfrutando cada minuto de sus macabros planes. Si bien cuando te pones a pensar en cómo un payaso termina por darle pelea a un sujeto que se supone tiene el conocimiento de más de 200 artes marciales, esta coherencia termina por desplazarse por el hecho de que es un villano que la gente disfruta de presenciar en cualquier medio. Lo disfrutamos porque nos parece una genialidad, porque es lo contrario a nuestro héroe predilecto, y porque siempre, siempre, siempre… nos saca una sonrisa con sus macabros planes.

Revisiones del personaje hay y habrá hasta el fin de nuestros tiempos, y es muy complicado elegir la predilecta (yo me inclino por el que aparece en Arkham Asylum de Grant Morrison y la versión de Scott Snyder me parece genial por derecho propio), pero de lo que no podemos negar, es que hay una revisión del personaje que llegó como material independiente, y terminó por volverse canónica dentro del universo del cómic.

The Killing Joke se publicó en el año de 1988 y, pues no se necesita decir mucho de la obra de Alan Moore y Brian Bolland, de hecho, es uno de esos materiales de ficción obligados incluso si uno no lee cómics con frecuencia.

En serio, ve a leerlo de inmediato, sólo no le hagas caso a la frase que supuestamente dice Tim Burton, porque todos sabemos que Tim Burton no lee cómics.
En serio, ve a leerlo de inmediato, sólo no le hagas caso a la frase que supuestamente dice Tim Burton, porque todos sabemos que Tim Burton no lee cómics.

El cómic no ha pasado desapercibido en otros medios, y resulta curioso que gracias a un comentario realizado hace años, esta semana presenciamos el estreno de lo que supone ser su adaptación fílmica.

Mark Hamill, quien es más conocido por ser Luke Skywalker también es la voz del némesis de Batman y en una visita por la Comic-Con de San Diego, mencionó que antes de abandonar el rol de El Guasón le hubiese encantado darle voz en una adaptación de la novela gráfica. Esto se salió de control, haciendo que la gente firmara peticiones, y Mark Hamill gustoso se mostraba deseoso del posible proyecto y apoyaba a los fanáticos; pasaron unos años hasta que Bruce Timm confirmara que en efecto: habría una adaptación de la novela gráfica. La emoción no se hizo esperar y era más y más desbordante; encima de Mark Hamill, Kevin Conroy y Tara Strong regresarían a darle su voz a Batman y a Batgirl respectivamente. Y luego, lo más sorprendente: sería “R”, es decir, sería una película animada para adultos, nada de suavizar el material original, era rendirle el tributo que merecía.

La gente espera con ansias esta adaptación, Warner Brothers lo sabe y quizás en un intento de promoción con la aparición del personaje en Suicide Squad (David Ayer) que sale este año, decidieron lanzar la película en formato casero y en cines selectos y la espera… no valió la pena.

Hay demasiados problemas en La Broma Mortal:

Entiendo que no es la novela gráfica más extensa de todas, pero bien se pudo expandir bajo la premisa y aumentar ciertas escenas; lo que tenemos en vez de eso es una extensión del personaje de Batichica en donde se le da una búsqueda personal ante un criminal de poca monta y que de paso intenta expandir su relación con Batman. Estos momentos -que me recordaron a cuando Robin se enfrentó a Dos Caras antes de morir en una explosión gracias al payaso- se sienten como otra película o un piloto televisivo porque la conexión con la trama original es nula.

Para llegar al segmento que todo mundo quiere ver, uno tiene que soportar casi media hora de un argumento que no lleva a nada, y encima tiene una decisión que iba a causar controversia y nada más que eso; es como si al tener la libertad de hacer una película para adultos se volviera gratuita sólo porque puede darse esos lujos. No aprovechar la ocasión para desarrollar libremente el guion o incluso mostrar desnudos con las intenciones de hacer vulnerables a los personajes.

Tiene toda la sutileza de una parodia porno.
Tiene toda la sutileza de una parodia porno.

El ataque del Guasón hacia Barbara y al Comisionado Gordon sorprende en la versión de papel porque no lo esperas. Está jugando con mentalidad de su némesis sabiendo quienes son sus aliados, y que está siendo sucio para probar un punto a sabiendas de que no lo va a querer matar. Poner desarrollo – mal realizado- para hacernos sentir algo por la pobre pelirroja es como si los realizadores no hubiesen comprendido el peso dramático de la obra.

Y no es el único caso. Mi parte favorita del cómic es cuando se le da la noticia al Guasón de que su esposa falleció, y cómo todo el mundo se viene abajo porque escuchamos de antemano la revelación. Por si no lo habían notado, The Killing Joke es una obra muy triste, tanto por los colores, como ciertos momentos en donde puedes ver las expresiones de los personajes y el argumento de dos figuras trágicas en que una de ellas –el héroe- de pronto ya no quiere seguir batallando, quiere comprender a su enemigo. Batman nunca aparece como Bruce Wayne y El Guasón a pesar de cometer atrocidades no deja de tener un semblante depresivo.

Y en la película tenemos momentos en donde los monólogos del Guasón pasan como hojas en el aire, en donde no sentimos la vulnerabilidad de un Batman dispuesto a cambiar, en donde se atrevieron a jugar con la teoría de Grant Morrison del final que queda medio poético, para dar paso al personaje de Barbara Gordon en una escena similar a las que nos tiene acostumbrados Marvel. Es un desastre.

Y creo que mucho se debe por la animación, porque en el terreno de las voces está todo perfecto. Nunca habrá un Batman y un Guasón tan geniales como Kevin Conroy y Mark Hamill. Pero la animación se siente cortada, no fluida, los personajes son estoicos, y ocasionalmente se siente diferente en ciertas partes por la iluminación, como si hubiesen contratado dos equipos creativos para ciertos momentos en donde hay paralelismos a si estuvieses viendo un ánime, y luego todo se vuelve plano como papel.

Es desperdiciar el potencial porque cuando se lo propone, logra tener impacto en lo visual.
Es desperdiciar el potencial porque cuando se lo propone, logra tener impacto en lo visual.

Y creo que excusa no puede haber, porque si bien uno entiende que es una película que va directo a video, también lo fueron otras en donde la animación compite con la de calidad cinematográfica como Wonder Woman y Batman: Gotham Knight.

Si nunca has tenido la oportunidad de leer la novela gráfica, hazlo. Hay más complejidad que termina por abandonarse en la adaptación para presentar una película que tiene prisa de pasar a la siguiente escena sin adentrar a la audiencia a su mundo supuestamente escabroso. Brian Azzarello (a quien amo como escritor de cómics), Bruce Timm y Sam Liu deben una explicación al por qué esto no resultó en la mejor película de DC Comics de la línea animada… o ya es una señal divina de que el trabajo de Alan Moore es mejor dejarlo en papel.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO