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martes, abril 16, 2024

Bookends (1968)

Es extraño repasar la discografía de Simon & Garfunkel; son parte del movimiento de la contracultura de los sesenta, y todo mundo los conocía, pero a diferencia de otros artistas el dúo no tiene una discografía enorme. La presión de que grabaran discos de manera regular era de parte de Columbia, quien desde 1964 quería trabajos similares a “The Sound of Silence”, el éxito más famoso del dúo.

El problema era… que ni Simon ni Garfunkel querían esa presión de grabar por grabar; bien puede que se traten de los primeros artistas en no ceder a las presiones del estudio y de proveer de pocas canciones en un notorio desinterés para formar un álbum (no que esto los hiciera mediocres, simplemente jugaban contra su contrato). El problema era que la sequía de Simon & Garfunkel con un disco entero no duró poco, fueron 4 años.

Suena extraño considerando que ya tenían 3 discos de estudio, pero estos eran reciclados del material de Paul Simon, jamás de una labor entera con canciones nuevas por parte de Simon y por supuesto que el sello discográfico llenaría esos huecos llegando a poner dos veces “Sound of Silence”, alimentando más el fastidio del dúo respecto a los sencillos, de crear música para devorar y no para analizar.

Esa sequía mental duró, y mucho… hasta que Mike Nichols se acercó a Columbia solicitando una colaboración con Simon & Garfunkel para “El Graduado (1967)”, a lo que accedieron con la venta de solamente dos canciones para incluir en el filme. La primera OBVIAMENTE sería Sound of Silence, pero Nichols no estaba tan satisfecho con las siguientes opciones que el grupo tenía en el catálogo, por lo que el rechazo alimentó la labor de Paul Simon, también apoyado porque el guión le parecía espléndido.

No como para venderle más de dos canciones pero sí para ponerse a escribir como nunca antes.

Y es que en el fondo la labor de Paul Simon era más ambiciosa, porque en el fondo siempre quiso crear un disco conceptual, algo que también fue del agrado de Art Garfunkel, la otra parte del dúo que ya comenzaba a sentir el rechazo de su compañero de manera doliente, en una sesión que duró 2 años: de 1966 a 1968, en medio de decisiones rebeldes para desconcertar a su sello discográfico y un perfeccionismo asignado a lo que ellos pensaban que sería su obra maestra.

Aquella que quizás terminara salvando a Simon & Garfunkel de ellos mismos.

Bookends abre con el tema epónimo del disco y que es parte de la idea conceptual que en un principio quisieron desarrollar. El tema aparece por primera vez en una sesión corta sin letra, pero también deja claro el concepto de seguimiento a lo largo de las primeras 7 canciones del disco, porque están conectadas de manera curiosa, esperando a que el oído el audiófilo capte esa conexión que trata de ser temática:

Y es que después de ese tema de guitarra acústica, sigue Save the Life of my Child, una rareza dentro del grupo hasta ahora porque para empezar es demasiado ruidosa y progresiva. El experimento auditivo de Simon & Garfunkel incluye un sintetizador que sirve como bajo y que abre con una explosión proveniente del mismo instrumento, un coro angelical inmiscuido en el propio coro de la canción que realzan las clemencias de una madre frente a su hijo que se va a suicidar, y la interpretación del joven en su mente cuando escucha sólo en su mente “Sound of Silence”… sí: Simon & Garfunkel terminan burlándose de la canción y de la situación en sí, porque el suicidio del joven es grave, pero no tan grave como para ocupar espacio en los noticieros importantes, y de una vez insultando al joven por parte de un oficial que asegura que no se deja ayudar porque se burlan de él:

La transición a América sirve como testigo de que el muchacho no se mata, y lo que sigue es mi parte favorita, porque América es una bella exploración personal de Paul Simon como protagonista, quien en un viaje junto a su pareja por América trata de descubrir la idealización del sueño americano, y además de su relación y miedos a la hora de compartir una vida. No usa los tradicionales lugares que uno piensa cuando escucha Estados Unidos como Nueva York, Los Ángeles y otros de más peso en nombre, en vez de eso su viaje es por la parte desconocida como Saginaw o Greyhound, y mientras lo hace su interacción con su pareja es como la de unos niños, disfrutando el viaje a través del día pero a la hora del atardecer, y viendo al amor de su vida dormir con una revista a la mano, Paul se confiesa y le dice “Kathy, estoy perdido, me siento vacío y con dolor y no sé por qué”.

Esta duda existencial crece y se apoya mucho por la vida de Estados Unidos para 1968, una de incertidumbre y pérdida de íconos de lo correcto, como Martin Luther King Jr. que si bien no fue contemplado a la hora de hacer el disco, por supuesto que refleja ese miedo del América en el que viven, pero que no dejan de admirar los autos que llegan a vivir en el país de los sueños.

Esta relación se quiebra –y no tengo idea si tuvo que ver en la vida de Paul Simon, recordemos que es un disco que se hizo en 2 años- con Overs, una canción sin rima, acústica y que habla del cansancio de una pareja que ya no tiene esa magia… es precioso que en el momento más dramático la canción se detenga de golpe con un pensamiento final de dejar todo, pero no puede porque lo sigue pensando.

Voices of Old Friends es la única colaboración de Art Garfunkel en Bookends, pero no por ello es inferior, de hecho es una de las más experimentales, porque Garfunkel pasó tiempo en un asilo de ancianos, platicando con ellos y grabando las conversaciones con la gente, obteniendo declaraciones que hablan del olvido de los adultos por parte de sus familiares, quienes sólo recurren a sus fotografías y recuerdos cerrados en conversaciones que nunca volverían a tener con gente que tuviese interés en saber de ellos. Es notorio analizar que el experimento sin música prosigue después de una canción en donde ya no existe la rima, y aquí la incoherencia prevalece en las declaraciones y es más trágico por ser natural, esta nulificación musical no se respeta para el final, que es el big bang del disco hasta el momento.

Old Friends le da voz a los ancianos temáticos, esta vez visto a través de dos amigos que llevan una vida entera juntos, sentados en un parque, esperando el inevitable anuncio de la muerte, pero de la cual ninguno de los dos quiere hablar. Para en ese entonces la relación tanto de Paul Simon y Art Garfunkel se muestra de respeto y de saber que serán un dúo incomparable, pero la idea de Paul Simon le parece aterradora la idea de compartir dicha visión con su compañero… y cuando menciona a la muerte, la orquesta se vuelve aberrante, quien en un principio acompañaba con melancolía pero ahora parece salida de una pesadilla.

Y Bookends termina apropiadamente con el tema con el que inició: Bookends. Sólo que en esta ocasión, el tema acústico ahora posee un pequeño poema, en donde una revelación sobresale: “preserva tus memorias, son todo lo que eres tú”.

Y así terminaría Bookends, una obra maestra del grupo… que incluye el lado B.

El lado B se compromete con el concepto del disco y habla mucho de que en el fondo, no se les permitió explorar el concepto como querrían. Existen varias teorías al respecto e incluso fanáticos han acomodado el disco de manera que se integre más el tema conceptual (al final daré el tracklist adecuado), lo que hay después de Bookends, son temas desperdiciados de El Graduado… que son excelentes por terreno propio.

Básicamente el lado B se trata de los sencillos, de lo que se podía vender fácil del disco. Fakin It da la bienvenida tras el poético final de Bookends. El tercer sencillo a la venta del disco es enigmático. Comienza con un ruido sacado de Strawberry Fields Forever –con el que también culmina, siendo un uróboros– y habla de las falsedades del protagonista: respecto a su pareja en la primera estrofa, luego habla de su aparente felicidad que le cuesta trabajo exponer al caminar, también de su tranquilidad frente a sus amigos y familiares, y luego divaga pensando en que tal vez en su vida pasada era un costurero.

Cosa que sí pasa en la canción, porque de inmediato nos trasladamos a la tienda del costurero Mr. Leitch, el cuál sale de un trance tras una jovencita que entra a su tienda, y un circo afuera de este… y su tema de falsedad se repite frente a la idea de que él como costurero, no hace los trajes para que la gente se los ponga, sino que la gente viene a que les haga trajes.

Es maravillosa porque es un juego del concepto y que se presta a la idea de que toda la percepción del narrador sea desde el inicio, engañando al oyente con sus temas o posibles pedradas, es uno de los mejores trabajos de Paul Simon como autor  que nadie le recalca.

Por alguna razón Punky’s Dilemma fue la canción más compleja de grabar de Bookends, una canción que tuvo 50 versiones preliminares, pero tiene algo de sentido dentro del aura que posee, el de infancia y juguetón que es realizado a propósito, incluyendo un segmento recordando el ritmo de los Beach Boys con su añorada California, incluso un tropezón dentro de la propia canción que es de un niño que imagina sus posibles vidas a través del desayuno que tiene en frente.

Y llega la razón por la que todo el mundo compró el disco, la razón por la que nadie más oyó lo demás: Mrs. Robinson.

Nunca me había puesto a pensar que el coro es un recriminatorio para la señora Robinson, la cual ha caído de la gracia de Jesucristo por su estilo de vida que el dúo le conoce, pero de ahí en adelante el patrón del personaje fílmico no se vuelve a repetir, porque el fondo la canción que todos los papás se saben no era originalmente titulada Mrs. Robinson, sino Mrs. Roosevelt. Y queda claro con los pasajes en donde el personaje titular acude con el psicólogo, atrapada en un asilo mental y que tiene que sufrir más las vejaciones de su esposo (por ello el coro cambia a un Jesús te ama en tono de conformismo), podría decirse que la única vez en la que regresa a tiempos modernos de 1968 es hacia el final cuando aparece de la nada Joe DiMaggio, figura icónica del mundo del baseball norteamericano que a pesar de sus aventuras sexuales nunca tuvo esa ruptura de héroe nacional, algo que la señora Robinson no posee a pesar de estar en el mismo juego de aventuras pero implementadas en un escandaloso sistema falo centrista… que también se acomoda al hecho de que el hombre se ganaba los millones moviendo abanicando un palo enorme.

A Hazy Shade of Winter continúa un tema presente en Old Friends: del envejecer y el paso del tiempo, pero aquí lo que suena es una balada de rock completamente ajena al del tema de análisis y aceptación que tenía la primera canción. A Hazy Shade of Winter es emocionante, llena de ritmo, quizás la más efusiva de todo Simon & Garfunkel, pero es que estas expresiones de madurar con la frente en alto provienen de un joven, y más se entiende esto cuando nos damos cuenta de que A Hazy Shade of Winter fue la primera canción en ser compuesta para el disco… en 1966, incluso fue el primer sencillo lanzado antes de ser concebida para el disco, así que podría decirse que es un empujón por parte de la disquera de poner un sencillo  exitoso de antes en un álbum de estudio de Simon & Garfunkel, algo bastante típico.

Bookends termina con At the Zoo, una fallida canción para Mike Nichols y su película, en donde el espectador de un zoológico comienza a divagar sobre los animales y lo que pueden representar de una manera tan infantil, que es notorio el ver por qué no terminaría en la película.

Bookends fue un éxito de ventas, el mayor que tendría Simon & Garfunkel; la gente se abarrotaba para pedir el álbum en preventa, llegando a obtener certificados antes de su estreno formal el 3 de Abril de 1968, y el experimento del dúo… pasaría a la historia.

El enigma de por qué Simon & Garfunkel fallaron en la memoria como creadores de discos y no como meras canciones es uno grande, porque Bookends con más espacio y apoyo de la disquera –que en ese entonces salivaba por verlos trabajar más que nunca gracias al soundtrack de El graduado que salió en 1967- el disco no sólo sería una rareza que tapa las canción que la gente quería y quizás… hasta tendría más sentido.

Porque el concepto principal no es malo, es como anillo al dedo y cada que escuchas Bookends hay un sentimiento de reflexión, haciéndolo mi disco favorito del dúo a tal grado que siempre pensaba que su tema fue más un estorbo que aprecio por parte de todos los involucrados.

Pero, estamos en tiempos diferentes, cambiar la canción no es tan complicado y la creación de una lista musical es algo tan simple como acceder a tu reproductor musical predilecto. Tomando en cuenta la intención original de Bookend, el tracklist apropiado sería:

  1. Bookends Theme: para proseguir con la idea de lo circular, de lo sin fin.
  2. Punky’s Dilemma: Tienes que omitir cualquier referencia frente a la película para que esto funcione, la intención de Simon & Garfunkel es la de narrar una historia de vida, por lo que las canciones más infantiles deberían de ser las que inicien el ciclo, y una en donde un niño fantasea con su obligado desayuno, no es mala idea.
  3. At the Zoo: Misma justificación, la idea de que un niño se ponga a analizar a los animales del circo también es continuación de la mente desarrollada de un curioso.
  4. Fakin It: Aquí la narrativa cambia bruscamente hacia otro narrador que también analiza su vida, pero el conector está precisamente en ese circo de fondo, que nos permite pasar al track original que precedía Bookends Theme.
  5. Save The Life of My Child: Se entendería más que el intento de suicidio es más para llamar la atención de una madre proveniente de un niño que piensa demasiado las cosas, además Leitch hace acto de presencia como la gente que visualiza pero no ayuda.
  6. A Hazy Shade of Winter: El niño/joven no se mata, por lo que recrimina que su vida será victoriosa, en donde envejeció o envejecerá con dignidad y bebiendo cocteles que considera elegantes (pero son todo lo contrario).
  7. America: Nuestro protagonista se enamora, y es en donde el personaje secundario de la pareja aparece, tema central de las siguientes tres canciones.
  8. Robinson: Esta es la canción más difícil de acomodar dentro del track list imaginario, porque para empezar su hilo narrativo es confuso y tampoco ayuda mucho al concepto del álbum en sí… pero, y estirando las posibilidades narrativas, esta canción se trata del personaje femenino por el que vela nuestro protagonista, y en la nueva estructura, es una burla al hecho de que tendrá que crecer y vivir “como los estándares mandan”, por ser mujer.
  9. Overs: Por el mismo hecho de seguir tras la jovialidad de Robinson, Overs tiene más peso, porque ya no es lo de antes, las predicciones de que viviría ofuscada quizás se conceden y en el fondo no son felices.
  10. Voices of the Old People: La trilogía conceptual se reafirma con este nuevo orden, porque ahora el mensaje es más latente, más trágico: nuestro héroe se ha quedado sólo y sus planteamientos de quién quiso ser a lo largo de su vida ya no pueden ser explicados ni pueden ser utilizados como himnos, porque no le importa a nadie, más que a sus compañeros de muerte.
  11. Old Friends
  12. Bookends Theme: Aquí, el mensaje es más claro y llega directo: tus recuerdos son tú, el paso del tiempo te formó y te dio semejantes regalos, no te vas a ir con tus agonías existenciales sino con la belleza de vivir en un último cerrar de ojos.

 

Paul Simon, Art Garfunkel, felicidades por su mejor disco, medio siglo de ser una proeza sin el impacto que esperaban, si les gusta mi estructura llámenme, porque además de crecer con el disco gracias a mi papá, el arreglo que les hice es gratis, porque los amo.

 

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