Vino a donde el PAN se mantiene fuerte como partido, diferente a otros lugares del país donde está “cabizbajo y deprimido”.
Las afirmaciones de Alonso Lujambio, el titular de la SEP que batalla por posicionar su precandidatura presidencial, son todo un reconocimiento a la corriente panista dominante en Guanajuato, esa misma que a nivel nacional recibe constantes embates por su fama de radical y ultra.
La noticia tiene sus lecturas y sus consecuencias. ¿Alguien todavía cree que Felipe Calderón tiene tiempo y ganas para venir a pelearse con uno de los pocos panismos exitosos en este momento en el país?
Parece que se acabó la fiesta de los autodesignados como calderonistas y faramallas como la de La Loma. La dura realidad se impone y este sábado hasta Lujambio se declaró, detrás de la enjundia de su discurso, olivista.