Con una misa que celebrará el arzobispo José Guadalupe Martín Rábago, el próximo miércoles 30 de marzo, planea Jorge Acevedo Alarid festejar los cinco años del Puerto Interior de Guanajuato. 
Probablemente no sea una iniciativa descabellada, pues ni siquiera la Virgen del Puente que veneran los lugareños de las inmediaciones de este parque industrial gubernamental, ha logrado el milagro de cumplir las metas trazadas para esa inversión.
Han sido los batazos de cuatro esquinas del misterioso subsecretario de atracción de inversiones estatal, Juan Manuel Fernández, con Volkswagen y Pirelli, los que impiden que el Puerto pueda ser considerado un fracaso monumental.
Así que Acevedo haría bien no sólo en confesarse y comulgar, sino incluso en prometer alguna manda, para que siga su buena suerte, porque con cortejar a Elías Villegas, uno de los asistentes a la misa arzobispal, puede no alcanzarle.
