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martes, abril 23, 2024

Carta abierta a Ricardo Sheffield y Mario Ontiveros

Parque Panorama. Foto: Mario Armas
Por: Ana Lenz

Mientras que las ciudades del mundo desarrollado tienden cada vez con mayor fuerza a orientar su planeación y diseño hacia la escala humana, hacia el peatón, a favorecer los espacios públicos y las áreas verdes, junto con la implementación de sistemas de transporte colectivo eficientes y de calidad, en León pareciera que las noticias del primer mundo no llegan o no quieren ser escuchadas. O será que nuestros gobernantes simplemente no tienen ni la capacidad ni la visón para comprenderlas.

Por nombrar solo algunos proyectos de regeneración urbana recientes que actualmente son modelos a seguir, mencionaré el caso de la recuperación del Canal Cheonggyecheon, en Seúl, donde las autoridades eliminaron una deteriorada autopista para sustituirla por un parque de 400 hectáreas, utilizado ahora por más de 30,000 personas cada fin de semana y que se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.

Otro caso interesante es el proyecto High Line, en Nueva York, donde una antigua e inutilizada vía elevada de trenes fue restaurada y transformada en un gran parque lineal que atraviesa veintidós cuadras de una zona industrial deteriorada, recibiendo actualmente un flujo diario de miles de usuarios y turistas y significando  un inmenso salto en la calidad de vida de los habitantes del lado oeste de Manhattan.

Mientras tanto en León, ciudad que pretende posicionarse como una de las más importantes de nuestro país, sucede todo a la inversa: nuestras  autoridades demuestran su ignorancia, falta de visión y compromiso hacia la ciudad y sus habitantes, pretendiendo reducir los de por sí ya escasos espacios públicos para favorecer al transporte privado y a los intereses de particulares. Con el pretexto de un “proyecto de regeneración integral” para el parque Panorama -proyecto francamente anodino, presentado con imágenes de pésima calidad- han querido hacer que los colonos se tragasen el cuento de una mejora sustancial al parque, cuando su verdadera intención era construir cincuenta cajones de estacionamiento.

Con este proyecto, Ricardo Sheffield, Alcalde de la ciudad, y Mario Ontiveros, Director de Obras Públicas, han dejado en claro que su lógica dicta darle prioridad a los intereses de unos cuantos individuos frente a las necesidades de la comunidad que gobiernan. Pero Sr. Sheffield y Sr. Ontiveros, no pretendan burlarse de nuestra inteligencia, comprendemos perfectamente su agenda.

La negación al pretendido “proyecto de regeneración” del parque Panorama no es una cuestión partidista ni de falta de conocimiento del proyecto por parte de los vecinos. Es una cuestión de sentido común, una negación legítima de los colonos en contra de que autoridades retrogradas destruyan con su ignorancia e incompetencia un espacio querido por todos, una de las escasas áreas verdes de León.

Cualquier autoridad que pretenda tomar decisiones sobre el futuro de nuestra ciudad debe conocer los grandes proyectos de regeneración urbana que se han llevado a cabo en los últimos años en el mundo. Seguramente ustedes, Sr. Sheffield, Sr. Ontiveros, no conocen ninguno, como tampoco entienden las teorías urbanas, ni pueden nombrar a un teórico de este campo. Permítanme recomendarles algunas referencias: Ciudades para un pequeño planeta de Richard Rogers o la importante obra del urbanista danés Jan Gehl, particularmente La Humanización del Espacio Urbano Cities for People. Me permito predecir que encontraran estos dos últimos libros fáciles de entender: traen dibujitos.

Atentamente,

Ana Lenz

Estudiante de Arquitectura, ITESM.

 

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