Le anticipo que el Congreso no se lo va a pichar: no es la camioneta del año.
Pero como usted, y con usted muchos “animalistas” quieren eliminar a la tauromaquia, entonces tendrá que hacerse cargo de una especie que quedará en vías de extinción.
Puede usted llamarlo torhijo, como a su perrhijo o su gathijo, pero le advierto que en su camita no cabría ni podrían acariciarlo los suyos ni vestirlo a la usanza de estos tiempos.
Como es usted uno de los privilegiados que gana muchísimo dinero, podrá, sin duda, costear la crianza de su toro de lidia; es decir, tendrá que lidiar con unos cincuenta mil pesos promedio para adquirirlo y, según usted, salvarlo de la crueldad de sus criadores y matadores.
Tiene que pensar en dónde lo va a poner. Su jardín casero puede ser, pero ya sabe que esos bichos son de vastas extensiones de tierra para vivir libres y con pastos naturales adecuados para alimentarse; los piensos varían en precio y usted querrá lo mejor para el torhijo. Viven años enteros y creo que podrá pastorear adecuadamente para que viva más. Por supuesto que tendrá cuidados veterinarios: vacunas, desparasitaciones y revisiones periódicas para evitar las garrapatas y demás. Alguien debe atenderlo diariamente; entiendo que sus servicios a la patria le impedirían estar siempre a su lado, por tanto, debe contratar vaquero y, quizá, un mayoral. Los corrales deben estar cerrados para la seguridad de todos, con agua suficiente y de buena calidad.
A juzgar por su enjundia legislativa, creo que sí puede hacerse cargo sin remordimientos y con entereza. ¡Olé!