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sábado, abril 26, 2025

Cambio de régimen, ¿aquí?

Lo que algunos insistimos es que es el sistema al que hay que modificar. Pero las coaliciones electorales andan en lo suyo que no es lo mismo.

Aquí, por ejemplo, Guanajuato como entidad que sufrió la transición desde 1988 y luego afianzada en 1991, el sistema político sigue igual que entonces, aunque con un manejo a cargo de otra formación política. El sistema pasó a ser utilizado por el régimen priista y enseguida por el régimen panista.

El sistema es el conjunto de sus instituciones que, en república, se equilibran y se controlan; el régimen es el manejo que se hace de ellas. Pues las instituciones políticas guanajuatenses solo cambiaron de coloratura.

El poder ejecutivo es predominante sobre los demás, como siempre. El congreso es una cara aplanadora al servicio del gobernador; los jueces ven su desenvolvimiento a la filiación que los promueve; los órganos autónomos se deben al mismo señor y a su congreso; el sistema anticorrupción es una calca sin dientes; y así todas las instituciones se ocupan y manejan bajo la óptica del favor y la gracia a los disciplinados.

El poder de la nómina ha prohijado clientelas y patrimonios: nunca había habido tanto presupuesto con tanto manejo discrecional; por eso el recambio en la plantilla electoral quedó atada y bien atada a esa nómina: gana quien tiene tras de sí la disciplina interesada en permanecer en el usufructo.

Entonces, ¿alguien aterrizará por estos lares esa idea de cambiar al régimen? El panismo no. El perredismo ni pío dice. Y el otro, hace mutis.

Arturo Miranda Montero
Arturo Miranda Montero
Profesor y gestor asiduo de la política como celebración de la vida juntos.

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