El hartazgo social es el argumento oficial para amenazar a los rateros: “se tomó en cuenta el sentir ciudadano de que cuando te roban algo, el robo principal es la tranquilidad”, diputado pastor Éctor dixit.
La precipitación con la que se fotografiaron todos juntos los titulares de los tres poderes firmando su iniciativa de (contra)reforma penal significa solo una cosa: línea oficial para aprobarse en sus términos, y a la de ya. El chiste es lanzar soflamas que dizque espanten rateros y calmen reclamos. Extraña, sobre todo, la postura de los jueces que bien saben que la cosa no se resuelve al troche moche en tratándose de las consecuencias jurídicas del delito. Pero la línea es la línea.
El diputado se pregunta cuánto costará el incremento penal: personal, literas y algo más “que se irá viendo con el tiempo”. Se desentiende de estudios serios como el Índice de impunidad 2016 de la Universidad de las Américas que ubica de antiguo a Guanajuato en el rango de alta impunidad, y donde se recogen datos de la incidencia del robo y sus variantes desde tiempo atrás, lo que conlleva el fracaso de las políticas públicas, no la tipificación del delito.
La cadena impune guanajuatense no se debe a que el delincuente salga nomás porque sí; se eslabona porque desde la comisión del delito y su averiguación, la mayoría no alcanza causas penales “debido a que ya no se les da seguimiento”.
¿El robo como delito perseguido por oficio? Créete, Chucha. Si ahora el problema que arrastramos es que “el personal que labora en (las agencias) y en otras instancias de la seguridad pública es muy bajo …(lo) que sugiere un gran rezago en cuanto al recurso humano que atiende las necesidades del sistema de seguridad. Al no haber gente suficiente en las agencias del Ministerio Público… para asentar y dirigir los casos hacia los tribunales para que los jueces los lleven a cabo, (es) un indicador acerca de por qué hay una distancia abismal entre el número de averiguaciones previas y las causas penales… Lo anterior apunta a que los procesos de los delitos cometidos registrados no se llevan a cabo correctamente y por lo tanto se dictan muy pocas sentencias”.
Ah, pero el sistema político de origen priista pervive azulado: la línea es la línea, y a votar sí, se ha dicho…