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lunes, abril 21, 2025

Diego miente

Tres décadas de panismo en Guanajuato tienen de todo, menos lo que el gobernador

quisiera.

Él asegura que pasamos de ser rurales a ser industriosos, que hacemos más vehículos

que nadie y que estamos en trance de la “mentefactura” (eso que no atina a definir

más que a llevarse los dedos a la cabeza). De aquel estudio hecho por el Tecnológico

de Monterrey a comienzos de los noventa, nomás quedan los ejemplares para la

academia. Si uno de verdad hiciera una evaluación de lo allí contenido y los hitos

presumidos, nomás no se corresponderían, simplemente porque ese no ha sido guía ni

nada.

Si uno le rasca a esos “logros”, la realidad nos atropella. Presume que dejamos el modo

de cultivar para convertirnos en el refrigerador nacional, lo que no dice es que los

campesinos han ido desapareciendo y con ellos sus tierras sometidas a la usura

urbana, y que la concentración en pocas manos de los exportables enriquecen a unos

que acaparan tierra y trabajo. Que las armadoras anden por acá no ha sido casualidad

o mera ocurrencia: se les dan tierras, agua, exenciones fiscales y de trámites, servicios

y hasta sindicatos de protección. Sus trabajadores pueden dar fe de sus jornadas, de

sus traslados y de los salarios sin mayores prestaciones. Así que la baratura les ha

convenido a las marcas extranjeras, esas que nos presumen que “exportan lo

mexicano”. Treinta años de panismo se miden por la sociedad de somos: hemos

incrementado la población urbana pero nuestros indicadores de bienestar están por

debajo de la línea nacional: salud, educación, empleo, ingreso, productividad,

competitividad… Sobre todo, nunca habíamos derramado tanta sangre impunemente.

Arturo Miranda Montero
Arturo Miranda Montero
Profesor y gestor asiduo de la política como celebración de la vida juntos.

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