Pregunta seria: ¿le gusta la sociedad que somos?
Cualesquiera que sea su sentido, no hemos surgido espontáneamente de la nada, venimos de generación en generación turnándonos este espacio llamado México o planeta tierra o Guanajuato o cualquiera que sea nuestro territorio donde estemos. Venimos con unas historias que cada quien carga y hasta narra. Pero la Historia común nos cuenta que somos mestizos de muchos padres y madres.
Integramos sociedades con gentilicios múltiples, aunque nos gusta el genérico mexicano. ¿Cómo somos hoy los mexicanos? Dicen estudios varios que no somos muy demócratas, que preferimos al mandón, que no nos gusta mucho la escuela, que fallamos en lectura y cuentas, que hemos engordado a la mala, que no tienen empleo formal seis de cada diez, que somos de muchas pobrezas. Claro, también sabemos que hay ricos entre nosotros (es un decir), que muchos se dan la gran vida, que al prieto se le discrimina y a las mujeres se les somete, machismo, pues.
A una inmensa mayoría no le importan las artes, los libros, la ciencia o el conocimiento porque son aburridos; lo que rifa apabullantemente es el entretenimiento, ese ocupar el tiempo en los ruidos disfrazados de música, de películas, de videojuegos y redes. No se procura al sabio, se prefiere al influencer. Todo eso resulta del fracaso de nuestro sistema educativo, ese que entretiene a profes y niños en bailables y estampitas de ocasión para pasar el tiempo, aunque terminen ignorando la o por lo redondo.
Somos sí, y no se enoje, una sociedad semianalfabeta que no entiende nada de política y de comunidad, una que va a las urnas a votar por unos igualitos a nosotros. Por eso nos va como nos va.
