Como a los mexicanos se nos trata como clientela y no como ciudadanía, todos a una nos mienten cuando de elegir en los municipios se trata.
Organismos electorales, partidos políticos y candidatos, medios de comunicación y demás ignorantes a modo nos dicen que elegiremos “alcaldes” o presidentes municipales, para lo cual se organizan publicidades y propagandas, eventos y giras, todo ensalzando a un solo individuo. Mienten. Lo que elegimos (casi a ciegas) es Ayuntamiento: Reza la Constitución que el “gobierno municipal se ejercerá por el Ayuntamiento de manera exclusiva y no habrá autoridad intermedia alguna entre éste y el gobierno del Estado”.
Así, cuando nos ocultan las planillas registradas por cada organización política y solo promueven a uno de sus integrantes, se nos escapan los verdaderos intereses que cobijan.
Fíjese nomás, “los ayuntamientos tendrán facultades para aprobar los bandos de policía y gobierno, los reglamentos, circulares y disposiciones administrativas de observancia general dentro de sus respectivas jurisdicciones, que organicen la administración pública municipal, regulen las materias, procedimientos, funciones y servicios públicos de su competencia y aseguren la participación ciudadana y vecinal”. Como puede entenderse, eso no es cosa de un solo individuo sino del colectivo denominado Ayuntamiento. Y en ese ocultarnos a los que integran cinchos las regidurías es que se comete fraude: vemos la cabeza pero no el cuerpo lleno de llagas de nuestra vida municipal, allí donde se hacen los negocios que corroen todo y nos tienen como estamos.