Cuando la hegemonía era del prigobierno, la secretaría de gobierno era general y comandaba a todo el gabinete; con la hegemonía del pangobierno, esa secretaría apenas sí sirve para oficializar cosas.
Ahora medio le colabora al gobernador “en la conducción de la política interna del Estado” a “conducir las relaciones con los demás poderes del Estado y con los ayuntamientos, así como atender los aspectos relativos a la política interna de la entidad”. Como la mayoría es azul y no hay oposiciones, pos…
Eso de “cumplir y hacer cumplir acuerdos, órdenes, circulares y demás disposiciones; vigilar el cumplimiento de los preceptos constitucionales por parte de las entidades y dependencias, especialmente el respeto de los derechos humanos y dictar las medidas administrativas conducentes” es abstracción burocrática nomás.
Cuando lo soliciten, presta al Poder Judicial del Estado auxilio; asesora y apoya a los ayuntamientos. Y si no, pos no. Algo se encarga del deslavado mundo en materia de trabajo y previsión social para que no haya movimiento sindical alguno.
Es el conducto para presentar al Congreso del Estado las iniciativas de leyes o decretos del gobernador, lo cual es solo simple tramitología en el poder absoluto del panismo.
Si de “promover la cultura cívico-política de los ciudadanos, los mecanismos de participación ciudadana y la atención a los organismos de la sociedad civil” se tratare, hay que estar en la órbita cleropanista para eso, para ser “promovidos”.
Ah, y si algún ingenuo creyere que ahora sí el señor Cabeza y don Zama se las verán con el nuevo secretario, váyanse persignando: esos dos se mandan solos.