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viernes, marzo 29, 2024

Mañas y artimañas

Con eso de que a los cargos de elección popular nos llega cada mañoso, muchas personas se preguntan si deveras necesitamos políticos.

Antes, cuando éramos todos conocidos, se colocaban personajes influyentes de la localidad, personas de fama honorable; de ahí lo del H. Ayuntamiento. Pero de un tiempo acá, los que se amontonan son de cada facha, esos que van por la lana, por licencias, permisos, concesiones y moches a cambio de votar lo que el jefe en turno quiera para incrementar el negocio. Enseguida que se hacen de las oficinas públicas, los advenedizos hacen de las suyas con toda clase de artimañas. Como los que medran en la capital.

Sin ninguna sensibilidad para gobernar, ni mucho menos capacidad, no saben qué hacer con los problemas municipales. No pueden con la inseguridad, no saben limpiar, no atinan a ordenar la movilidad, no entienden de espacio público; lo suyo, lo suyo, son ocurrencias que les entretengan y les deje.

La salida más fácil a su incompetencia y desespero es huir de sus responsabilidades. Como ni siquiera son capaces de estudiar rigurosamente las cosas, mejor pagamos en contratar a empresas de conocidos para que les hagan “un estudio de factibilidad para concesionar el servicio de recolección de basura”. Es la lógica del fodongo: como no sé limpiar, pago para que otro lo haga. Entonces, ¿para qué elegimos gobernantes si no saben ni pueden?

Hay una conseja política mexicana: piensa mal y acertarás. Si nomás tengo esta oportunidad de hacerme de un cargo, ¿no es bueno hacer todo para que me deje lo más posible para lo que venga? El encargo como botín.

Arturo Miranda Montero
Arturo Miranda Montero
Profesor y gestor asiduo de la política como celebración de la vida juntos.

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