Los gobiernos usan y abusan de la Historia para dorarnos su píldora.
Que si la Patria es primero, que un soldado en cada hijo, que la mano del muerto. Para
eso tienen organizado un calendario que contiene los días en que hay que armar el
numerito correspondiente.
En Guanajuato, septiembre es el mero mero de los meses celebratorios. “Aquí nació la
Patria”, rezan los letreros de ocasión. De Dolores Hidalgo (Cuna de la Independencia
Nacional, añadido mecedor) a la cañada guanajuatí, la Alhóndiga de Granaditas.
Uniformes, caballos y jinetes, ceremonias gritadas, fuegos fatuos y muchísimos vivas a
lo que se ocurra, incluidos, claro está, a los héroes. Todo eso se ha repetido como una
pedagogía que quiere estampar “lo mexicano” en las mentes anteriores, actuales y
futuras.
Pero como los gobernantes de ahora son un champurrado acedo de conservas e
influencers, todo lo roborujaron esta vez. Al desfile cívico-militar-burocrático de años
pasados, a propósito de esa Alhóndiga, le añadieron show, entretenimiento, músicas,
bailables con viejitos, reinitas pueblerinas, inflables, botargas y zancones, adefesios de
cartón y cuanta cosa hiciera bulto. Lo que retardó, despreciando a desfilantes y el
tiempo de los mirones, fue el ya conocido llegar tarde del gobernador. ¡Más de hora y
media esperándolo para iniciar! Merecidamente, se llenó de rechiflas y abucheos. Es
que de veras, se creen el divino verbo y miran desde arriba, y todavía hay que
agradecérselos. Pues lo dicho, los gobiernos utilizan las fechas para sus imaginerías. El
problema con eso es que ostentan su ignorancia evidente: por ejemplo, no entender
que lo de la Alhóndiga de 1810 fue una matanza bárbara.
