Allá por los años ochenta, unos empresarios leoneses muy enojados con el presidente López, decidieron hacer política y se metieron al viejo partido católico Acción Nacional.
Ahora, panistas enojados con Acción Nacional lo abandonaron y decidieron hacer política con el presidente López actual.
Guanajuato está atrapado en un círculo autoritario desde que el priismo era el mero mero. Círculo que han prolongado por tres décadas los panistas que lograron hacerse del estado.
Pero como el círculo se va estrechando, unos van quedando excluidos de las mieles del poder. Por eso voltean a ver en dónde la pueden hacer. Es el caso de la oportunidad que se abrió con el drenaje que hizo el movimiento que ha recogido de todo para hacerse grande.
Varios personajes del panismo han ocupado cargos de elección popular representando al morena, y se han quedado allí al punto de que ya ganaron la dirigencia estatal y no pocas municipalidades para jugársela con una carta vieja panista para la gubernatura por venir.
Empanizado que esta Guanajuato, nuestro sino es obvio: elegiremos al panismo estandupero o elegiremos al morenismo de raíz blanquiazul. Dos sopas que son del mismo caldo.
Su origen y su destino es igualito: el autoritarismo prolongado de siempre que tanto le gusta replicar a la mona que se viste de seda azul o guinda que, al fin, mona se queda.
