¿Pos quién le armó el equipo a Libia? Parece el rosario de cuentas, misterios y crucifijo.
La gobernadora se dedica a la relación con la presidenta, eso ya quedó claro. Pero sus gentes son eso, cuentas, misterios y hasta un calvario. ¿Quién les sugirió a tal o cual funcionario? ¿Por qué usar palabrería muy cuatro té para dominar sus dependencias y acciones? ¿La banalidad de su comunicación oficial es premeditada para vernos la cara?.
Ora resulta que lo importante es medir la popularidad de cada miembro del gobierno. Están muy dedicados a ver cuántas reacciones tienen en cada plataforma. Alcanzan medidas del ochenta por ciento de 16 interacciones y eso ya es para presumirse.
Revolcaron la gata organizacional para inventarse dependencias sin presupuesto; trajeron a personajes de quién sabe dónde y quién sabe para qué, pero cuestan: todos a una hacen lo que se les ocurre.
Es evidente que el nuevo comienzo no tiene ni pies ni cabeza. Ésta, la cabeza, aparece solo en las publicaciones sonrientes; los pies, trastabillean por todos lados.
¿No entienden que el panismo guanajuatense se puede acabar? ¿No ven en el partido lo que hacen y dejan de hacer los “suyos”?