A los electores y a los interesados en lo que resultó como gobierno de Guanajuato no nos queda claro eso de “nuevo comienzo”.
¿Es el panismo intentándolo de nuevo? Pos no parece, y en todo caso, ¿qué diantres tiene eso de novedoso? Son tres décadas de control político que más o menos se identificaron con el panismo militante, aún el foxismo, esa anomalía inútil para el partido y para el país.
¿Quiere la gobernadora significarse como novedad en el panismo? No sabemos. Lo básico sería que armara su proyecto político que la diferenciara; sin embargo, por los integrantes del gobierno no parece ir por ahí. No hay el empaque político que le acompañe. Veamos, de quince integrantes de su gabinete sólo éstos tienen experiencia política: ella misma, el secretario de gobierno, la de honestidad (sic) y la del nuevo comienzo (sic); los demás son directores y coordinadores de “temas”. No hay ningún diagnóstico conocido que dijera que se necesita una secretaría de cultura o de derechos humanos o de “nuevo comienzo” o de honestidad, y ni siquiera sabemos de dónde sacaron a sus titulares ni qué pretenden. Ya veremos con el presupuesto si las ideas no son más que ocurrencias.
