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viernes, abril 26, 2024

Reparto del pastel

¿Es normal que integrantes de las fuerzas armadas asesinen civiles impunemente? Sí, desde el tiempo del autoritarismo posrevolucionario, priista.

Una de las claves de ese priismo estuvo en la urdimbre de complicidades en el submundo criminal: agentes secretos, policías, fiscales, militares y políticos tejieron ese submundo en donde se controlaba todo lo ilegal en beneficio de la estabilidad política. Por eso las represiones a maestros, médicos, ferrocarrileros, campesinos y estudiantes utilizando todas las instalaciones y recursos a su disposición, incluidos el batallón Olimpia en Tlatelolco o los halcones el jueves de Corpus. Bajo el pretexto de cuidar al país de las influencias extranjeras, cualquier represión violenta, asesinato y desaparición se sabía, aunque se ocultara. Y en ese sistema, fácil era controlar los negocios ilícitos que enriquecieron a muchos: contrabando, secuestro, asesinato y tráfico de drogas. Esos negocios no podían florecer sin la complicidad oficial.

Cuando la lucha por quitarle el poder público al PRI se expandió, se lograron las alternancias en puestos locales y aún en la presidencia en el año dos mil. Y de entonces para acá, hemos visto desfilar en multitud de posiciones a distintos partidos políticos, destacadamente los que han ocupado el mayor, la presidencia. Es lo que se ha llamado la transición a la democracia: quitarle el control al gobierno de las elecciones. Pero mientras nos ocupamos demasiado en esa parte, la red criminal sobrevivió y se agrandó. Nadie la ha desmantelado. Por eso la enorme violencia en todos lados. Y ahora, las élites políticas otra vez quieren entretenernos en lo electoral. Así no nos sirven porque el inframundo criminal nos brota por todos lados comiéndose el pastel político con plomo y con plata.

Arturo Miranda Montero
Arturo Miranda Montero
Profesor y gestor asiduo de la política como celebración de la vida juntos.

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