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jueves, marzo 28, 2024

Todos somos custodios

Cincuenta años atrás, nuestras ciudades históricas eran un reto para conservarlas en su originalidad. Aún lo son, y quizá con mayores dificultades.

En los años setenta no éramos tantos guanajuatenses; ahora nos hemos multiplicado, y con eso acrecentado los problemas urbanos y de convivencia. Esta pandemia nos vino a recordar lo frágiles que somos en nuestras urbes. A pesar de todo, Guanajuato, San Miguel, Dolores, Salvatierra, Yuriria y los demás componentes del antiguo sistema de ciudades regional se conservan en sus señas de identidad. Ante el “progreso” y la “modernidad” los esfuerzos por no desaparecer del todo se han incrementado. Desde la sociedad se hacen esfuerzos por preservar arquitecturas, paisajes, entornos y tradiciones que genuinamente señalan la pertenencia a un lugar construido en el tiempo. Evitar que los estragos interesados o ignorantes atenten contra ese patrimonio fue -y es- la razón de crear una institución especializada, altamente profesionalizada en antropología, arqueología, historia, restauración y difusión: el centro regional del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Cincuenta años de lidiar con el conocimiento de las cosas para evitar su destrucción indiscriminada y, al contrario, apreciarlas en sus valores intrínsecos, originales y auténticos. Un patrimonio no se hace de la noche a la mañana. Conservarlo es tarea ingente de sus usuarios y de los profesionales que los estudian y ponen en valor. Cincuenta años del INAH en Guanajuato evidencian su utilidad por el paisaje patrimonial que hoy está a la vista y al alcance de todos: monumentos, zonas arqueológicas, museos y saberes imprescindibles para conservarle. Ironía: por ser conservador se le maltrata estos tiempos.

Arturo Miranda Montero
Arturo Miranda Montero
Profesor y gestor asiduo de la política como celebración de la vida juntos.

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