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domingo, abril 28, 2024

Errores navideños

Durante esta época es común intercambiar mensajes. Desear a nuestros familiares, amigos y conocidos buenaventura es actividad regular. Sin embargo, buena parte de esos mensajes estuvieron llenos de imprecisiones gramaticales u ortográficas. La pretensión no es incomodar, sino crecer a partir de reconocer los fallos. Lo más importante es que los errores no opacaron los buenos deseos. Estos llegan y llenan de regocijo el corazón. Sin embargo, pudieron haberse escrito bien, pudieron ser impecables.

La palabra ‘Navidad’ siempre debe escribirse con mayúscula inicial, pero no así el calificativo ‘navideño’. La primera porque es el nombre de una festividad. Todos los nombres propios deben iniciar con mayúscula. En raros mensajes, pero los hubo, vi escrita diferente esa palabra. Sin embargo, los derivados fue regular verlos inapropiadamente enunciados. Los sustantivos propios (conocidos también como nombres), cuando se convierten en otro tipo de palabras (ya no sustantivo) se escriben con minúscula, no conservan la mayúscula al principio. Por ello, ‘navideño’ inicia con minúscula (adjetivo). Es como el caso de ‘Cantinflas’ (nombre propio), pero ‘cantinflesco’ (adjetivo) o ‘cantinflear’ (verbo) se escriben con inicial minúscula.

Con la palabra ´Nacimiento´ se hace sobrentender el del Cristo. Por eso, se enuncia con mayúscula inicial (antonomasia). Pero si se enuncia completo, «El nacimiento de Cristo», ese vocablo pasa a minúscula porque ya no está haciendo sobrentender a qué nacimiento se alude.

Ahora, cuando se aplica ese término para la representación con figurillas (en España le llaman ‘belén’ en vez del ‘nacimiento’), se escribe con minúscula inicial porque hay cientos de esas representaciones. Por tanto, pasa a ser un nombre común.

También fue común observar solo signos de admiración de cierre y más de tres en muchas frases navideñas. En español, tenemos signos de apertura en la admiración y en la interrogación. De esta forma es posible identificar la intención desde el inicio del enunciado y no hasta el final. Muchas personas suelen registrar varios al cierre para intensificar su exclamación. Sin embargo, para dar mayor intensidad, el Diccionario panhispánico de dudas (Academias, 1985) en la entrada de «Signos de admiración e interrogación» enuncia que son admisibles –para dar fuerza– escribir tres al principio y tres al final: «¡¡¡No!!!» Es innecesario usar más de tres porque ya estos dan idea de intensidad mayor a la normal (incluso se conceptúa como la prolongación de la última vocal).

Asimismo, también señala que, para reflejar con mayor fidelidad los diversos matices expresivos, como una interrogación con intensidad, es posible combinar esos signos: «¡¿Qué?!» o «¿¡Qué!?»;  incluso, «¡Qué?» (al igual que empezar por el signo de interrogación).  Todos estos últimos usos, son considerados modernos, a pesar de que tienen ya treinta años de haber sido enunciados por las Academias).

Los puntos suspensivos son solo tres. Observé que en muchos mensajes recurrían a más de los reglamentarios. El suspenso no se prolongará si incluimos mucho. Eso solo gastará tinta y el efecto es el mismo. Nadie se detiene a contar si en vez de veinte alguien colocó doce para calcular el grado de suspenso. Eso es absurdo. Por lo tanto, son solo tres, ni uno más.

Por último, es común también escuchar decir «El primero de enero» para referirse al día que inicia el año. Los números de orden no aplican en los días. Los ordinales solo se usan cuando hay alguna razón para distinguir jerarquía, por ejemplo en una competencia («El primer lugar en el juego fue…») o un orden muy estricto (En el segundo aniversario de la empresa los regalos fueron fabulosos). Por lo tanto, para referirse al día de inicio del año debe ser «uno de enero». Lo mismo pasa en los otros meses.

En este mismo sentido, solo en inglés los meses se escriben con mayúscula inicial; en español, tanto los nombres de los días como los meses del año, así como las estaciones (primavera, verano, invierno y otoño) deben escribirse con minúscula inicial.

A pesar de los temas propios de esta columna, no soy indiferente a los problemas nacionales: «gasolinazo» es un vocablo bien construido.

Enrique R. Soriano Valencia
Enrique R. Soriano Valencia
Mexiqueño. Licenciaturas en Periodismo y Ciencias de la Educación. Premio Estatal de Periodismo Cultural 2009. Cuatro libros y tres centenares de talleres, cursos y conferencias sobre Redacción, Ortografía, Formación de Instructores y aspectos de la cultura mexica. Correo electrónico: sorianovalencia@hotmail.com Facebook: Chispitas-de-lenguaje Twitter: @ChispitasDeLeng

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