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viernes, marzo 29, 2024

Las palabras se

Los vocablos que se escriben igual, pero tienen significados diferentes se llaman homógrafas y también homófonas, por su sonido idéntico. De ellas, a mi juicio, la que más dificultades ofrece es ‘se’. Esta tiene hasta seis significados distintos. En tres de esos casos se enuncian con tilde para señalar que son verbos conjugados; de las que no se enuncian con acento gráfico, dos son pronombres reflexivos y la última, el pronombre impersonal.

Hay otros homógrafos como ‘fue’, lo mismo es conjugación del verbo ‘ser’ que de ‘ir’. Los otros casos son homófonos (suenan igual) pero los diferencia la tilde, como ‘de’ preposición y ‘dé’, imperativo del verbo dar; o ‘tu’, adjetivo posesivo, y ‘tú’ pronombre.  La mayoría de estos homófonos solo presentan dos alternativas de significado. Por ello, para diferenciarlos, uno se enuncia con tilde y el otro no.

Sin embargo, el caso de la palabra ‘se’ es diferente por tantas alternativas de significado.

En el caso de los verbos (todos con tilde), uno es el imperativo del verbos ‘ser’: «Sé fuerte, muchacho».  También es la conjugación (en primera persona del presente del modo indicativo) del verbo ‘saber’, de conocimiento: «Eso no lo sé». Y la tercera opción (primera persona en presente del modo indicativo), el verbo ‘saber’ con el sentido de sabor o saborear. Esta última conjugación significa «tener sabor a alguna cosa». Por ejemplo, cuando un niño se llena las manos de azúcar y saborea sus dedos, suele decir *«sabo a dulce». Por supuesto que no se le puede corregir como *«No se dice *sabo, se dice ¿*sepo a dulce?». Lo adecuado es «Sé a dulce».

En los casos de ‘se’ sin tilde, tenemos el pronombre impersonal. Está clasificado como tercera persona y su uso se debe a que no se conoce o no se quiere decir quién realiza la acción: «Se presenta a un niño que se dice fue golpeado». ¿Quién presenta al niño?, ¿quién asegura que fue golpeado?, el enunciado no lo precisa. Su mejor uso se da en documentos judiciales donde está por iniciarse una investigación, no se sabe quién es autor (además, eso lo debe determinar un juez) porque lo importante es consignar el hecho que suponga pueda considerarse un delito. Popularmente se usa en los chismes.

Otro caso de ‘se’ sin tilde es una de las variedades de los verbos pronominales. Estos verbos se conjugarán siempre con los pronombres reflejos ‘me’, ‘te’, ‘se’, ‘nos’: «El niño se lava y se peina siempre antes de salir de casa». Se le llama reflejo porque quien realiza la acción, la recibe (peinarse y bañarse). Y los cuasireflejos es cuando no directamente reciben la acción: «Esos chicos se besan» (donde el acto de besar no lo recibe la persona que lo ejecuta, pero sí se ejerce mutuamente).

Ahora, lo riesgoso es confundir un pronombre reflejo y con un impersonal. Veamos el caso: «Enrique se cayó» (pronombre reflejo); «La queja, se atendió satisfactoriamente» (impersonal). En este último caso es fundamental el uso de la coma. Sin ella, parecería que la que la propia queja se atendió a sí misma de forma satisfactoria, si se compara contra el primer caso.

Es norma que entre el sujeto y el verbo nunca debe haber coma (y esto parecen olvidarlo en la elaboración de muchos documentos oficiales). Por ello se entiende que ‘caerse’ se trata del verbo pronominal (con un pronombre para su conjugación). En tanto, en el segundo enunciado, la coma indica que la oración está en orden inverso: «Se atendió satisfactoriamente la queja», sería el orden normal.

Enrique R. Soriano Valencia
Enrique R. Soriano Valencia
Mexiqueño. Licenciaturas en Periodismo y Ciencias de la Educación. Premio Estatal de Periodismo Cultural 2009. Cuatro libros y tres centenares de talleres, cursos y conferencias sobre Redacción, Ortografía, Formación de Instructores y aspectos de la cultura mexica. Correo electrónico: sorianovalencia@hotmail.com Facebook: Chispitas-de-lenguaje Twitter: @ChispitasDeLeng

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