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martes, abril 23, 2024

Otras precisiones del idioma

En la anterior colaboración, referí algunas precisiones sobre el idioma, producto de la lectura del Libro de estilo de la lengua española, de reciente publicación por la Academias de la lengua.

En este documento nos indican que en un párrafo sí se admiten dos paréntesis seguidos al término de párrafo. Cito textualmente: «La palabra se empezó a usar en 1616 (cf. Sánchez, et al., 1918) (ver figura 2)». Sin embargo, el mismo documento sugiere evitarlo y buscar una nueva composición: «La palabra se empezó a usar en 1616 (cf. Sánchez, et al., 1918), como se puede observar en la figura 2».

Por otra parte, esta obra informa que es indistinto usar paréntesis o corchetes con puntos suspensivos dentro (…) / […] para cuando en una cita se suprime alguna parte del texto. No obstante, también precisan que en todo caso son preferentes los corchetes en este uso.

También informa que en español se usan tres tipos de comillas: las angulares o españolas (« »), las inglesas (“ ”) y las simples (‘ ‘). Recomienda como preferentes para nuestro idioma, las primeras. Las otras dos se subordinarán en uso a las españolas. Retomo el ejemplo por esta obra publicada: «Antonio dijo: ”Vaya ‘cacharro’ se ha comprado Julián”». Por fuera quedan las comillas españolas, dentro las inglesas y al interior de estas, las simples. Es decir, que siempre tienen preferencia las españolas por ser las de nuestro idioma.

Una novedad no considerada en anteriores obras es la repetición de signos y letras. En el Diccionario panhispánico de dudas ya se informaba de para dar intensidad a una duda o exclamación, se pueden repetir hasta tres veces un signo. Sin embargo, lo que no se esclarecía es si pasaba lo mismo con las letras. En esta nueva obra se detalla que las letras, para dar efecto cercano a lo fonético, se pueden repetir más veces. Así ejemplifica con la exclamación ¡¡¡Bravoooo!!!

Por otra parte, si repetimos una vocal que se enuncia con tilde o acento gráfico, todas las vocales deberán llevarlo: ¡¡¡Sííííí!!!

También esclarece que cuando usamos la exclamación ja, para reflejar risa, al repetirse deben enunciarse comas intermedias: ja, ja, ja.

Los signos de interrogación y admiración no obligan iniciar el enunciado con mayúscula, si están en una oración más larga. Por ejemplo: Enrique, ¿puedes pasarme la sal? En este caso el vocativo ‘Enrique’ no se enuncia dentro de la oración interrogativa. Sin embargo, si el vocativo se enuncia al final, sí debe estar dentro de la interrogación: ¿Puedes pasarme la sal, Enrique?

Después de dos puntos en ocasiones, en ocasiones va con mayúscula y en otras, minúscula. El nivel de dependencia o independencia es el criterio: «Muy estimado jefe: Informo a usted de las actividades desarrolladas…»; «Compraremos lo siguiente: arroz, papas y frijoles». En el primer ejemplo se puede comprender a partir de ‘informo’; mientras que en el segundo, no se sabe qué con esos productos sin leer lo que está antes de dos puntos.

 

Enrique R. Soriano Valencia
Enrique R. Soriano Valencia
Mexiqueño. Licenciaturas en Periodismo y Ciencias de la Educación. Premio Estatal de Periodismo Cultural 2009. Cuatro libros y tres centenares de talleres, cursos y conferencias sobre Redacción, Ortografía, Formación de Instructores y aspectos de la cultura mexica. Correo electrónico: sorianovalencia@hotmail.com Facebook: Chispitas-de-lenguaje Twitter: @ChispitasDeLeng

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