Hay un desprecio total por la ortografía entre los políticos. ¿Cómo tomar en serio que impulsarán la Educación, si ni en su propaganda son capaces de cuidar un uso correcto del idioma? Me refiero a que en sus mensajes cometen faltas ortográficas y gramaticales. ¿Cómo asegurar que se comprometerán verdaderamente por una educación de calidad, si hacen gala de deficiencias? Nadie puede ver lo que no está preparado para detectar. Eso lo asegura la física cuántica. Faltas de tildes (acento gráfico), uso de mayúsculas en todo el texto, palabras no aceptadas… en fin, barbaridades en la propaganda de quienes se dicen comprometidos con México y la educación.
Lo primero que salta a la vista es la fecha de las elecciones. Algunos mensajes en este aspecto tienen hasta tres faltas ortográficas. Empezaré por el nombre. Los mensajes –electrónicos, impresos y por la radio– rematan refiriéndose a la fecha para votar como «primero de julio». Ese día no existe. La fecha señalada por el calendario es uno de julio. Los números ordinales no aplican para las fechas. Los números que dan orden sirven para jerarquizar. Por ejemplo, en una competencia, quien finaliza primero, está por arriba, o es mejor, o hizo menos tiempo, o fue más diestro (depende del criterio por evaluar) que el resto. Por tanto, es el más destacado. Entonces, decir «primero de julio» implicaría que es un día mucho más importante o destacado que el resto (ni siquiera el día de quincena). Además, si empezáramos por ‘primero’ en la cuenta de los días, debemos terminar por el trigésimo primero de julio. Y eso es totalmente absurdo. Por desgracias, el organismo ciudadano que organiza las elecciones, también usa esa imprecisión. Cuándo tomarán consciencia que lo público impacta, afecta o influye en quienes leen sus textos.
Un partido político enuncia la fecha así: «1° de Julio» (sic). Aquí hay otras dos faltas. Así como está escrito no dice «primero de…», sino «un grado de…». Para enunciar ‘primero’ debe haber un punto entre el uno y la o volada (ese símbolo redondo por arriba de la línea de escritura). Los grados (eso lo puede comprobar, amigo lector, en cualquier envase o en las etiquetas de las bebidas alcohólicas) se expresa así: cifra y símbolo de grados (que coincide en tamaño y forma con la o volada). El libro de Ortografía de las academias de la lengua, precisa que para expresar números ordinales con cifras debe escribirse un punto entre esos dos elementos. De tal forma que debió expresarse como «1.° de…».
Ahora, el otro error es que el mes está enunciado con mayúscula. El libro normativo ya referido indica que los meses y los días en español deben ser escritos con inicial minúscula. No son nombres propios (ha habido cientos de lunes, martes, así como junio, julio y agosto; y los habrá). Escribir con inicial mayúscula revela una fuerte influencia del inglés. Incluso, en sus entrevistas he escuchado en todo tipo de candidatos palabras como *accesar, *aperturar, etc.
Evidentemente, quien tiene mala ortografía le es imposible darse cuenta de errores en este sentido. Entonces, ¿será real y sincero o es frase de campaña el compromiso por la Educación? Si no hay respeto por nuestro idioma, ¿cómo suponer un verdadero fomento? Nadie promueve lo que no está convencido o interesado. ¿Cómo detectar, incluso, un buen colaborador si no soy capaz de identificar sus faltas ortográficas? Pongo en duda sus capacidades para impulsar la Educación con calidad.
