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martes, abril 23, 2024

Precisiones de las comillas

Se ha extendido –al menos en México– la imprecisión que las comillas se usan para resaltar una palabra o una frase. Cierto es que en algún punto de los diversos usos recurren a esta voz las autoridades de la lengua, pero está descontextualizado; ese resaltado es bajo determinadas características. Lo mismo sucede para los nombres de los libros: persiste la idea que las comillas deben acompañar siempre los títulos en general. Al igual que el punto anterior, es solo para determinados títulos, al menos para los nombres de los libros no es así. Entonces, se hace necesario revisar sus usos, para desterrar abusos.

Las comillas recomendadas como preferentes por los académicos de nuestra lengua son las llamadas angulares (« ») porque son las propias de nuestro idioma (se les llama comillas latinas, españolas o sargentos). Cierto es que no hay falta ortográfica por usar las inglesas (“ ”), pero la preferencia es las latinas. La costumbre ha arraigado a las inglesas. Ello debido a que en las máquinas mecánicas para escribir estaban ausentes y no ofrecía el mismo resultado duplicar los signos de ‘mayor que’ y ‘menor que’ (<< >>). En los procesadores de texto, se encuentran en el cuadro de diálogo de símbolos. Incluso, es posible definir una combinación de teclas para no recurrir al comando cada vez que se requieran.

La mayor utilidad se presenta cuando el texto debe abrir dos veces comillas; es decir, comillas dentro de comillas (el mismo ejemplo está, tanto en el Diccionario panhispánico de dudas, DPD, como en la última versión de la Ortografía de la lengua española, OLE 2010): «Antonio me dijo: “Vaya ‘cacharro’ que se ha comprado Julián”»En este ejemplo hay necesidad de tres comillas dentro unas de otras. Las españolas abren y cierran la cita por ser las preferentes, pero al interior se encuentra una referencia a un enunciado textual; ahí se introducen como auxiliares las comillas inglesas. Finalmente, el enunciado incluye un vulgarismo (que así deben registrarse las palabras irónicas, impropias o procedentes de otras lenguas, con comillas), pero como hay comillas abiertas tanto españolas como inglesas, entonces la alternativa son las simples. He aquí el origen del error mencionado en el párrafo inicial: efectivamente resalta la palabra, pero es para indicar que hay un manejo singular de la voz; no es para destacarla de otras palabras. Para destacar una frase o palabra deben emplearse: subrayado, negritas, cursivas o versalitas (letras con formato de mayúscula, pero con altas y bajas, para indicar mayúscula y minúscula).

Actualmente, el nombre de los libros –precisa la OLE 2010– debe escribirse en cursiva. Sin embargo, si hubiere algún título dentro del libro al que se hiciere referencia, entonces este último sí deberá entrecomillarse. Hace ya varios años se publicó una compilación de mis artículos. El título del libro fue, evidentemente, Chispitas de lenguaje. En su interior, cada artículo mantiene su nombre. Entonces, al hacer referencia al nombre del artículo (incluso si fuere un capítulo, una columna de algún periódico, una canción de un álbum, un poema de una compilación o, en general, una sección de un elemento mayor), entonces deberá ser enunciado entre comillas: “El gerundio en traducciones” en Chispitas de lenguaje (p.25, Ayuntamiento de Guanajuato, México, 2009). Por cierto, próximamente aparecerá otra compilación, pero ahora bajo el sello de Tlacuilo editores. Trataré posteriormente otros usos de las comillas.

 

 

Enrique R. Soriano Valencia
Enrique R. Soriano Valencia
Mexiqueño. Licenciaturas en Periodismo y Ciencias de la Educación. Premio Estatal de Periodismo Cultural 2009. Cuatro libros y tres centenares de talleres, cursos y conferencias sobre Redacción, Ortografía, Formación de Instructores y aspectos de la cultura mexica. Correo electrónico: sorianovalencia@hotmail.com Facebook: Chispitas-de-lenguaje Twitter: @ChispitasDeLeng

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