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viernes, marzo 29, 2024

Puntos cardinales y astros

Las referencias cardinales y los astros poco aparecen en textos. Por ello es común encontrar incertidumbre para escribir esas palabras con inicial mayúscula o minúscula: ¿Cuándo Polo Norte y en qué casos anotar polo norte?; ¿Cuándo Luna y en qué casos luna?, por ejemplo, considerando que hay más puntos cardinales y astros.

Los puntos cardinales son fijos…pero hay una diferencia: uno es el norte magnético y otro el norte geográfico. Y es aquí donde radica la diferencia para esos sitios.

Se enuncian polo norte y polo sur (con minúsculas iniciales) cuando se refieren a los ejes de rotación de la Tierra. Sin embargo, cuando se trate de las zonas geográficas, dado que no hay dos lugares en el planeta que se llamen así, serán enunciados con mayúscula inicial: Polo Norte y Polo Sur; son nombres propios que refieren una amplia superficie.

Así, el enunciado será: «Visitaré el Polo Norte». Pero surge la pregunta, ¿por qué también la palabra polo si en apariencia es un nombre común (porque, al menos, hay dos). Se considera que forma parte del nombre propio porque designan una amplia zona. Comparemos con el nombre Costa de Marfil. El nombre de ese país está integrado por palabras comunes, pero al aplicar mayúsculas queda claramente establecido que se trata del nombre propio que comprende el territorio de esa nación.

Ahora cuando hablamos de puntos en el horizonte, es decir orientación, los puntos cardinales se enuncian con minúscula porque ningún territorio se llama así: norte, sur, este y oeste, con sus diversos rumbos intermedios. Por ejemplo: «Vivo en el noreste de la ciudad», ni la colonia, ni mi domicilio tienen ese nombre; se trata de una referenciación. Por lo tanto, deben escribirse con minúscula inicial.

Lo mismo pasa con los astros. No existen el Universo dos que lleven el mismo nombre de Mercurio o Venus, por ejemplo. Por eso, los nombres de los planetas deben escribirse con inicial mayúscula, pues son nombres propios. Sin embargo, la duda surge con las palabras sol y luna. Esos nombres se han usado como sinónimos de cuerpo celestial incandescente y satélite de un planeta, respectivamente.

Pero, la lógica es la misma: cuando nos referimos al astro lumínico que por primera vez fue llamado así (Sol), deberá escribirse con inicial mayúscula, pues es su nombre propio. En las demás ocasiones, con minúscula al iniciar palabra. La misma lógica aplica para la palabra luna. Por ejemplo: «Al Sol dedicó un año la ONU:2007, Año Heliofísico». Caso diferente será: «El sol del Sahara es más candente que el de México». El enunciado no se refiere exactamente al astro, sino a la particularidad de los rayos solares. Por eso se escribirá con inicial minúscula.

Lo mismo sucede con la palabra luna. Si se refiere al satélite natural de la Tierra, se considera nombre propio. Si representa un cuerpo celeste de cualquier otro planeta, entonces con inicial minúscula: «La Luna afecta las mareas»; «Es muy probable que alguna luna de Júpiter tenga agua».

Con esa misma lógica debe escribirse la palabra tierra: cuando sea nuestro planeta, inicial mayúscula; todos los demás casos, con minúscula. Enunciarlo distinto, cambia el sentido: «Entonces fui a dar a la Tierra» (viene de otro planeta); «Entonces fui a dar a la tierra» (se cayó).

«Está en la luna» (distraído); «Está en la Luna» (astronauta).

 

Enrique R. Soriano Valencia
Enrique R. Soriano Valencia
Mexiqueño. Licenciaturas en Periodismo y Ciencias de la Educación. Premio Estatal de Periodismo Cultural 2009. Cuatro libros y tres centenares de talleres, cursos y conferencias sobre Redacción, Ortografía, Formación de Instructores y aspectos de la cultura mexica. Correo electrónico: sorianovalencia@hotmail.com Facebook: Chispitas-de-lenguaje Twitter: @ChispitasDeLeng

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