Las palabras se clasifican acorde al papel que desempeñan en un enunciado. Un mismo vocablo puede ser sustantivo en una oración y en otra, adjetivo. De ahí que sea de poco provecho exigir a los alumnos que se aprendan listados. Lo importante no es aprenderse una ristra, sino comprender la lógica de por qué ostentan una clasificación.
Son sustantivos los vocablos que designan personas, animales, cosas y conceptos. Los tres primeros conjuntos aparentan no tener dificultad para reconocerlos. Pero cuando un estudiante se topa con que el mismo vocablo también aparece como adjetivo, se desconcierta.
Ejemplifico con el propio vocablo estudiante. Si enuncio: «El estudiante no supo responder correctamente», el vocablo estudiante en este caso se refiere a una persona. Por ello, estudiante está en calidad de sustantivo en este enunciado. Sin embargo, si expreso: «Raúl es estudiante», entonces el mismo vocablo hace el papel de adjetivo. Ello debido a que Raúl (persona) es un sustantivo y la palabra estudiante señala qué tipo de persona es; esto es una cualidad, característica o accidente de Raúl, a ese papel se le llama adjetivo.
De ahí la inconveniencia de pedir a estudiantes que aprendan listados. El conocimiento está en comprender la lógica de la clasificación y no en la memorización de listas. Incluso así podrá reconocer sustantivos a pesar de que no aparezcan en un listado. Además, el conjunto de sustantivos es infinito o escandalosamente enorme pues la variedad es colosal.
Ahora, si de por sí resulta imponente conceptuar un listado de vocablos que se refieran a personas, animales y cosas, este aún más se incrementaría con la sustantivación de otras palabras con otra clasificación regular. Me refiero, por ejemplo, a que los verbos podrían tener el papel de sustantivos en un enunciado y se clasificarían como sustantivos abstractos.
Voy por partes. Un concepto es lo que la gramática clasifica como sustantivo abstracto. De forma muy simple, buena parte de libros y sitios de internet ejemplifican con sentimientos y aspiraciones: amor, amistad, coraje, felicidad, pasión, justicia, libertad, miedo, reto. En efecto, todos estos son sustantivos abstractos porque no tienen un cuerpo o una referencia material (nadie ha visto atropellada en la carretera a la pasión o guardada en un cajón, ni colgada en un tendedero después de lavarla –siempre que no se enuncie lo anterior de forma metafórica–). Son conceptos porque solo tienen sentido en la mente de las personas.
A los estudiantes les es difícil reconocer estos vocablos como sustantivos. Eso porque su proceso de conceptualización está en formación.
Sin embargo, para ayudarlos es suficiente con informarles que si admite un determinante (o artículo -definido o indefinido- en la anterior Gramática) es posible reconocerlo como sustantivo. Ejemplifico: «La felicidad no es un juego». Mediante el determinante (o artículo) ‘la’ se descubre la clasificación del vocablo felicidad porque solo los sustantivos admiten estar acompañados del determinante (o artículo). Con verbos sustantivados sería: «El jugar es importantísimo para el niño», donde jugar no está como verbo, sino como un concepto genérico (sustantivo).