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jueves, marzo 28, 2024

Unimembres y bimembres

La clasificación básica del enunciado es el de oraciones unimembres y bimembres. Esta óptica de la oración está formulada con base en los elementos que le integran. Es decir, cuando la oración tenga un solo elemento o miembro y cuando tenga dos (este es el máximo de elementos).

‘Elementos’ no es lo mismo que ‘palabras’. En realidad, son compendios de palabras o voces con una misma clasificación. Tanto los enunciados unimembres como los bimembres se usan de forma regular en la forma cotidiana de comunicarnos, aunque no sepamos que la gramática así los clasifica.

Un enunciado es uno o varios elementos que nos trasmite un mensaje completo. Así tenemos que cuando alguien grita «¡Fuego!», nos está trasmitiendo todo una intención: «Corre por tu vida que está en peligro» (si no estamos en condiciones para combatirlo); pero si tenemos los elementos suficientes para actuar, entonces nos está diciendo: «Ayúdame (o ayúdanos) a combatir el fuego». Transmitir un mensaje en estas últimas formas, además de impráctico, lleva a una pérdida de tiempo que la emergencia no puede darse en lujo. Por ello recurrimos a los enunciados unimembres.

Las oraciones bimembres, aunque tengan una gran cantidad de palabras, son las llamadas oraciones gramaticales, pues ya contiene elementos que esa ciencia clasifica: sujeto y predicado. El primero es el elemento del que se dice algo, del que se enuncia algo. El predicado, por su parte, es lo que se dice del sujeto y siempre señala una acción (con un tiempo y en concordancia con el sujeto) y, si es necesario, se completa la acción mediante un complemento.

En español una oración bimembre podría tener una sola palabra. Por ejemplo cuando alguien grita «¡Corre!». En este caso, el sujeto, aunque no está enunciado, está implícito porque la única forma de conjugar el verbo es con la segunda persona del singular (tú), por lo que tendría los dos elementos (aunque uno insinuado, llamado sujeto tácito) en la oración gramatical: sujeto, tú; predicado, el verbo correr conjugado en segunda persona.

Aunque aparentemente casi no son usadas las oraciones unimembres, nos rodean y echamos mucho mano de ellas. Tenemos casos como cuando alguien tiene una charola con dulces y lo ofrece a otra persona. «¿Gustas?», le diría, extendiendo el objeto con los dulces. Esta es una oración bimembre porque tiene sujeto y predicado, aunque insinúa el complemento: «¿[Tú] gustas [comer unos dulces]?». Si la persona simplemente responde «Sí», entonces está recurriendo a una oración unimembre, pues trasmite totalmente la intención: «Sí [comeré estos dulces]». La confirmación está haciendo sobrentender toda la respuesta.

Son también oraciones unimembres señales de tránsito, como el circulo rojo con una línea horizontal blanca (en Europa) o la E cruzada dentro de un círculo. En ambos casos trasmiten el mensaje «No estacionarse (aparcar, dicen en España) aquí».

Conclusión: el número de palabras en una oración no determina que sean unimembres o bimembres. Lo que las diferencia es que recurran o no a enunciar sujeto y predicado. De no usarlos, son unimembres; de contenerlos, son bimembres. Estas últimas pueden, incluso formularse con una sola palabra, al insinuar el sujeto, llamado tácito.

 

Enrique R. Soriano Valencia
Enrique R. Soriano Valencia
Mexiqueño. Licenciaturas en Periodismo y Ciencias de la Educación. Premio Estatal de Periodismo Cultural 2009. Cuatro libros y tres centenares de talleres, cursos y conferencias sobre Redacción, Ortografía, Formación de Instructores y aspectos de la cultura mexica. Correo electrónico: sorianovalencia@hotmail.com Facebook: Chispitas-de-lenguaje Twitter: @ChispitasDeLeng

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