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viernes, abril 19, 2024

¿Virtual candidato?

En los últimos meses se ha puesto de moda entre comentaristas y reporteros la palabra «virtual» para calificar a quienes podrían ser postulados por un partido político a un puesto de elección popular. Se usan también con menos frecuencia, las voces «aspirante», «potencial», «posible» y «eventual». ¿Será entonces preferible «virtual»? Gracias don Edgar Montoya por su sugerencia.

El Diccionario de la Real Academia Española, DRAE, dice que «virtual» es un adjetivo proveniente del latín virtus, que significó «fuerza», «virtud». El Diccionario define a esta voz como «virtud para producir un efecto, aunque no lo produce de presente, frecuentemente en oposición a efectivo o real». También se aplica para algo «implícito o tácito». En Física ‒y su significado se ha extendido a la informática‒ se usa para indicar: «Que tiene existencia aparente y no real». Así tenemos la realidad virtual, que reflejan existencia no material.

Con la primera acepción, por mera sustitución, señalaría que «puede producir el efecto de ser candidato, porque en el presente no es real». Pero, no es esta la condición. De ninguna forma intenta producir ese efecto, pues no hace funciones de candidato. No podría comprometer a sus correligionarios en acciones para favorecer su candidatura, por ejemplo (violaría la ley en la materia); solo puede convocar a sus simpatizantes y hacer promoción interna para que le seleccionen como candidato. La realidad virtual da el efecto de realidad, pero es inexistente. Un aspirante a candidato es real, pero no está en la condición de promoción social. Por tanto, no está dando ese efecto.

En la segunda acepción indicaría que es «el implícito o tácito candidato», pero al haber otros en la misma condición, no aplica.

De «eventual», el DRAE indica  que es un adjetivo con sentido de «sujeto a cualquier evento o contingencia» (efectivamente, porque podría no llegar a serlo).

Por su parte, el Diccionario panhispánico de dudas, DPD ‒también elaborado por los especialistas oficiales de la Lengua‒, nos ofrece dos posibilidades. Su sentido depende si se usa antes o después del sustantivo (en este caso, de la palabra «candidato»): «Normalmente antepuesto al sustantivo, ‘que puede darse o suceder, o no’: “Una eventual recaída podía ocasionarme graves problemas” […]; y, generalmente pospuesto al sustantivo, ‘circunstancial u ocasional’: “El Congreso del Trabajo se organiza a partir de “comisiones” que desarrollan tareas permanentes o eventuales”  […]».

En todos los casos he escuchado o leído la palabra «eventual» aplicada a candidatos,  antepuesta (lo mismo que «virtual»). Por tanto, es el primer sentido el que se pretende.

En español tenemos otras muchas alternativas. Ahí está la voz «aspirante»: persona que pretende un empleo, título o algo similar (curiosamente, se usa cuando ya están definidos los candidatos y contienden contra otros de diferente partido, ¿por qué no aplicar este adjetivo en procesos internos de selección?); «potencial»: que puede suceder o existir, en contraposición de lo que existe» (coincidente con el uso asigna por el DPD a la palabra «eventual»); y «posible»: «que puede ser o suceder».

La palabra «virtual» en sus significados está más alejada de la situación descrita que las otras alternativas. Sugiero, entonces, evitar «virtual» y recurrir a las otras.

Enrique R. Soriano Valencia
Enrique R. Soriano Valencia
Mexiqueño. Licenciaturas en Periodismo y Ciencias de la Educación. Premio Estatal de Periodismo Cultural 2009. Cuatro libros y tres centenares de talleres, cursos y conferencias sobre Redacción, Ortografía, Formación de Instructores y aspectos de la cultura mexica. Correo electrónico: sorianovalencia@hotmail.com Facebook: Chispitas-de-lenguaje Twitter: @ChispitasDeLeng

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