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jueves, marzo 28, 2024

No perdamos el rumbo, el camino es la perspectiva de género

La perspectiva de género no es una ideología, es una valiosísima herramienta metodológica que permite detectar y analizar el impacto diferenciado entre mujeres y hombres.

Por eso, duele reconocer que la realidad que las mujeres vivimos no corresponde con los discursos adornados en favor de la igualdad y la equidad de género, ni con acciones que contribuyan a garantizar los derechos, una vida libre de violencia y una mejor calidad de vida.

Los municipios son actores principales y desde aquel primer Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y No Discriminación contra las Mujeres 2001-2006, se viene hablando de su responsabilidad para encontrar instancias, formas y herramientas que permitan lograr la inclusión de las necesidades para las mujeres.

A ello se le denominó: “la institucionalización de la Perspectiva de Género” y fue considerada una herramienta metodológica que ayudaría a detectar y analizar el impacto diferenciado entre hombres y mujeres.

Al ser el primer nivel del gobierno y el de mayor cercanía con la ciudadanía, el municipio sería el responsable de informarse, documentarse e investigar sobre los reclamos y necesidades que las mujeres tenemos.

Así, podrían identificar problemáticas específicas que se tradujeran en el diseño de proyectos, programas, políticas públicas, y el suministro de servicios en beneficio de las mujeres.

Estos esfuerzos buscan que el municipio y sus distintas instancias, no trabajen con ocurrencias o con personas improvisadas en la materia, pues la situación de las mujeres es grave y la resonancia de sus consecuencias también afecta a la sociedad.

Sin embargo, el actual gobierno municipal camina por un sendero muy distinto al que durante años hemos recorrido y un claro ejemplo es el reciente Consejo Directivo Ciudadano del Instituto Municipal de las Mujeres, aprobado el pasado 08 de septiembre en sesión de ayuntamiento, el cual está integrado por asociaciones como la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias, Capítulo León (AMEXME), la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de León (CANACO SERVyTUR LEÓN) y el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, A. C. Guanajuato (IMEF).

Aunque su papel debería ser el de un puente entre ciudadanos y gobierno para construir políticas públicas, su visión parece ser otra, pues ha volcado sus perfiles mayoritariamente al sector empresarial, dejando de lado a expertas, activistas y ciudadanas que viven una realidad distinta.

En la práctica, esto ha generado perfiles cómodos y a modo que no generan argumentos distintos, que se traduzcan en una visión más plural y amplia de las necesidades de mujeres en León y que permitan darnos cuenta que asumimos roles de género que no siempre son los de mayor beneficio para nuestro bienestar personal y social.

La integración de la perspectiva de género en la toma de decisiones gubernamentales no es una tarea fácil, pero sí debe ser un proceso sistemático que garantice que la demanda de las mujeres por la igualdad sea incluida en todos los procesos y procedimientos institucionales. No se trata de cumplir por cumplir, se trata de cumplirle a las mujeres.

Virginia Magaña
Virginia Magaña
Virginia Magaña, mujer, psicóloga clínica, feminista, defensora de las causas y los derechos humanos de las mujeres.

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