El 23 de febrero ingresaron a Venezuela 5 trailers cargados de ayuda humanitaria. Incluían alimentos y medicinas para la población que se ha visto sumamente afectada por los temas políticos en aquel país.
La entrada de la ayuda fue sumamente problemática, pues la policía no dejaba entrar los vehículos y resistía el avance. La avanzada supuso enfrentamientos directos entre la población -que celebraba el arribo- y la policía de aquel país. De repente se lanzaron bombas molotov que terminaron calcinando 3 de los 5 trailers cargados. Todo indica que el incendio fue perpetrado desde la propia policía, lo que se entendería como una orden directa de Nicolás Maduro.
Si se comprueba que Maduro ordenó quemar la ayuda definitivamente estamos ante un “Crimen de Lesa Humanidad”, el cual está tipificado como una acción criminal gravísima por el “Estatuto De Roma” el cual es el Instrumento del Derecho Internacional que da pie a la Corte Penal Internacional.
La Corte Penal Internacional se encuentra ubicada en la Haya en Holanda y es un tribunal de justicia internacional de carácter permanente cuyo fin es juzgar a las personas acusadas de cometer actos como el genocidio, los crímenes de guerra y las acciones de lesa humanidad.
De acuerdo al Estatuto de Roma se considera como crímenes contra la humanidad los siguientes: asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales del derecho internacional, tortura, violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada, persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género, u otros motivos reconocidos en el mundo como inaceptables con arreglo al derecho internacional; la desaparición forzada de personas, el crimen de apartheid u otro acto inhumano de carácter similar que cause grandes sufrimientos intencionales o atenten de gravedad contra la integridad física o la salud mental.
Por lo que se aprecia, el gobierno de Maduro ha cometido varias acciones consideradas como graves y contrarias el mencionado “Estatuto de Roma”, ya que ha privado de la libertad a sus opositores, ha perseguido a grupos políticos contrarios al suyo, ha habido homicidios en las manifestaciones y por supuesto el incendio de la ayuda humanitaria califica como actos inhumanos.
¿Cuándo nuestro Gobierno presentará una posición clara respecto a este tema?
Ya hubo dos avisos muy serios de la necesidad de actuar con determinación por parte de nuestro gobierno:
El primero viene de EEUU. Su Vicepresidente Mike Pence, pidió formalmente a México y a su gobierno que en un pronunciamiento público, “reconozcan a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela” y que restrinjan las visas diplomáticas a personajes cercanos a Nicolás Maduro.
¿Cuánto aguantará México la presión de EEUU?
Y la segunda, resulta que el periodista Mexicano Jorge Ramos quien labora para Univisión, fue retenido junto con su equipo de trabajo ilegalmente por el Gobierno de Maduro, en la propia casa de gobierno, el Palacio de Miraflores. Igualmente les fue confiscado equipo y grabaciones. Todo aconteció en virtud de que Jorge Ramos se encontraba entrevistando a Maduro. En la entrevista Ramos le mostró a Maduro imágenes grabadas con su celular donde se ve a jóvenes venezolanos, en las inmediaciones de Miraflores, comiendo de un camión de la basura y se les oye decir: “Tenemos hambre Maduro” y “hay que cambiar ya de presidente”.
Ramos dijo que inmediatamente Maduro de molestó al ver las imágenes e interrumpió bruscamente la entrevista y ante el retiro intempestivo, Ramos le dijo que “irse y no contestar preguntas, no lo hacían los presidentes, eso lo hacían los dictadores”.
Al periodista de Univisión se le retuvo cerca de dos horas en el Palacio de Miraflores y se le confiscó el material grabado por sus camarógrafos.
Muy grave todo.
Yo espero, como estoy seguro que muchos, un pronunciamiento contundente de México respecto a las gravísimas acciones cometidas contra un pueblo hermano.
La historia castiga a los enfermos del poder. Los dictadores están más cerca de salir con los pies por delante de la casa de gobierno, que entre aplausos.
