En apariencia una simple película dentro del horror extremo, Terrifier 2 de Damien Leone sigue siendo una vulgaridad pero no precisamente por los términos que apunta.
No es para nada un secreto que dentro de las salas de cine, el género del horror es el más consumido dentro de nuestro país. Es el único que incluso llega a tener la bendición de ignorancia de algunas audiencias las cuales ni siquiera revisan el trailer o la información del filme para asistir a una función del género y pasar el tiempo (fenómeno incluso más notorio y efectivo cuando el título alude a algún fenómeno dentro de la construcción del bien y el mal cristiano… dígase posesiones). Esta peculiaridad también hace que el género sea rentable entre cadenas de cine y distribuidoras, las cuales incluso llegan a obtener exclusividad de proyecciones ante la competencia y las películas logran sobrevivir incluso los embates de taquilla de titanes habituales del blockbuster como lo son las películas de superhéroes o las películas de temporada de premios.
Año con año esto se confirma, pero tenía mucho tiempo en donde no lograba ver el mismo nivel de impacto, que el año pasado con Terrifier 2 de Damien Leone.
La historia de Leone y su franquicia independiente de su calidad es algo igual de notorio y algo interesante de señalar para entender su éxito. Amante del cine del horror, Leone aprovechó la imagen del payaso macabro para aplicarla en una serie de cortometrajes dentro que le sirvieron para tantear el terreno y cautivar a más de uno con Art the Clown, cuya primera entrega fílmica también vuelve pionero a Leone en adelantarse al fenómeno de redes sociales de payasos acosadores incluso antes de que Andy Muschietti entregara la primera entrega de Eso en el 2017, bien incluso podría decirse -en relación cronológica- que Art fue el que impulsó este fenómeno.
La primera Terrifier presentaba una película splatter que se proyectó en festivales especializados del horror, y con ello pudo mantenerse dentro de los confines underground, pero para sorpresa de todo mundo, cuando Leone preparaba una secuela, obtuvo presupuesto más de lo esperado por parte de fanáticos, los cuales aumentaron su costo de 50 mil dólares a un cuarto de millón. Mucho más importante, sería el apoyo que Terrifier 2 tendría por parte de Bloody Disgusting. Para quien no lo sepa Bloody Disgusting es la página especializada en noticias y publicaciones referentes al género del horror más exitosa dentro de la web de Estados Unidos y que ha sido aventurera en otros terrenos como plataformas de streaming y el volverse una casa productora y distribuidora, al ofrecerle a Leone un contrato de exclusividad de Terrifier 2 bajo la plataforma que ellos manejan, también se presentó la oportunidad de proyectar la película en salas de cine, y en donde surgió una serie de publicaciones de parte de la página en donde aseguraban la nausea y horror de la película que la hacían un reto que hasta el más experto no podía lograr.
Esta campaña incesante de Terrifier 2 apoyada entre el nicho de Leone y el alcance de Bloody Disgusting -los cuales incluso pagaron la tarifa de 40 mil dólares para mandar una copia de Terrifier 2 en la campaña de “consideraciones” de los Premios de la Academia– realmente fueron efectivos: Terrifier 2 comenzó obteniendo casi un millón de dólares por cada semana en la que se proyectó de Octubre del año 2020 siendo triunfal en el fin de semana de Halloween en donde el domingo 30 de Octubre planteaba un hito al coronarse con 598 mil dólares.
Repito esto: un domingo, en donde la gente ya no asiste tanto al cine porque el día pesado siempre es viernes, y un domingo previo a festividades de Halloween.
Los números de Terrifier 2 son igual de memorables en nuestro país: al momento de escribir esta crítica la película a nivel mundial ya lleva 14 millones de dólares, de los cuales son 10 son de sólo Estados Unidos y 4 repartidos a nivel internacional.
México, apoyó hasta el momento con 1 millón de dólares: el país que más vio Terrifier 2 a nivel internacional.
De nuevo habría que retomar la campaña mediática de Terrifier 2 para entender el interés de las audiencias, sobre todo en relación a que el género de la explotación y el gore no suelen ser bien atendidos en las salas de cine tradicionales. El público del horror que consume lo que sea se unió al especializado moderno y que veían en Terrifier 2 la expansión siempre prometida de una película que se atrevía antes que nada a ofender y a vulgarizar la sala de cine.
Esto, por desgracia no de logra obtener de la mejor manera.
En defensa de Terrifier 2 y sus bondades, se puede decir que persiste en este atinado aspecto visual herencia del synthpop neón que Nicolas Windin Refn y Newton Thomas Sigel postularon desde hace más de una década en Drive (2011)… misma que se prestaba a revivir el fanatismo de Refn en el tratamiento visual casero de Kenneth Anger de quien Sigel fue camarógrafo en Lucifer Rising (1972). El aspecto deslavado de la película logrado por George Steuber logra dar el impulso necesario como para sólo ser un filtro instragramero y es que además el aspecto retro le ayuda mucho a Leone y sus escenas gore en donde la sangre adquiere tonalidades que la alejan del simple jarabe de maíz, acrecendanto la violencia que de por sí es ya explícita en el filme.
Y ya.
Hay demasiados problemas dentro de Terrifier 2. Por más que se jacte Leone de ser un ávido fanático del horror, sigue siendo incapaz de lograr una emulsión efectiva dentro de la tonalidad emocional de sus películas. Su diálogos son excesivamente estúpidos como para ser tomados en serio y ese no sería un gran problema si es que la película fuera por ese rumbo alusivo a las películas de explotación como lo han logrado obras maestras de su tipo como Black Dynamite () Hobo with a Shotgun () The Greasy Strangler y toda la filmografía de Frank Henenlotter, el padre de Basket Case (). Sus películas emulan esto desde una calca bastante simplona y dejando de lado el potencial humorístico y de parafernalia de los personajes dentro de estos universos.
Y es que el problema fatal dentro de Terrifier 2 y del cine de Leone en general, es que su postulado splatter y sus funciones como un atractivo pornográfico morboso terminan por revelar las condiciones súmamente explotativas y misóginas del género de por sí latentes en sus orígenes. No es que Terrifier 2 sea una película que se mueve por estos horizontes en solitario, pero Leone y su falta de rigor en el desarrollo de personajes nulos y detestables es extraño; toda la franquicia de Viernes 13 y del slasher en general tiene constructos de personajes lo suficientemente básicos y torpes como para sentir una satisfacción dentro del acto en donde son cazados, y es la modalidad universal del género, pero si aquí uno presiente el elemento transgresor con más incomodidad, encima de la pobre caracterización y total objetivización de personajes femeninos dentro y fuera de la tortura, es que esta película dura casi 3 horas.
Eso se traduce en un viaje detestable de 3 horas en donde la poca profundización de sus protagonistas, el vago interés en explorar a Art y de trazar sus delimitaciones o de siguiera explorar el potencial temático del asesino siendo un payaso, en la nula dirección actoral de Leone que termina reflejando un abanico de interpretaciones torpes y demás, dejan por descubierto que en estas 3 horas lo único interesante o satisfactorio es al parecer la inmensa tortura de las que son víctimas las mujeres en Terrifier 2, con escenas extensas y sin tapujos de cortar momentos, que sobre todo en comparativa con las víctimas masculinas, representan una extensión mucho más visceral del gore.
Que desemboca a un tema controversial, y es que Art the Clown, a pesar de ser laureado por fanáticos del horror como un ícono instantáneo, es de lo más insípido como un representante del género. Su principal problema es que nunca está delineada ni sus motivaciones, ni sus habilidades, ni sus debilidades, ni su relación con sus enemigos. Art está sólo para el servicio de ser grotesco en extremo -perdiendo todo sentido lógico de que un payaso así pueda rondar en la vida real sin levantar sospechas- siendo todopoderoso y sin aprovechar el hecho de que, pues… sea un payaso.
Habrá quien encuentre en Terrifier 2 una mina de oro considerando las pocas oportunidades en donde el splatter aparece en confines tradicionales del público y de nuevo, su impacto y crecimiento de ser una película independiente me parecen lo más interesante dentro de su fenómeno esperando que sea algo que traze nuevas oportunidades para cine independiente que revela potencial… pero este genuino interés de su dinámica de audiencias y éxito de taquilla no es algo que pueda reverenciar en su resultado final: una película soporífera que lo único que me deja en vela, es que ojalá que Leone pueda despuntar en un proyecto que revele la calidad de la que puede ser capaz más allá de su protección mediática.