Desde que se modificó la legislación para dar cabida a las candidaturas independientes ciudadanas he escuchado diversas voces –sobretodo dentro de los partidos políticos-, que las mismas sólo servirán para fragmentar el voto y obviamente ayudar de esta forma a que los partidos en el poder puedan conservar el statu quo.
En días pasados platiqué con una persona muy cercana a Diego Sinhue Rodríguez Vallejo y me decía que era demasiado fácil ser candidato independiente y que dichas candidaturas no tenían mucho valor. Entiendo entonces que sin ser una posición Institucional pues fue expresada por una sola persona, ciertamente da una fotografía de cómo el Sistema percibe lo que de suyo es un espacio democrático ganado por la ciudadanía. Primer error: la soberbia política en estos tiempos se paga, pues la gente cada día cuestionamos más y creemos menos. El voto clientelar tiene un techo y ese cada día es más reducido y por el contrario, el abstencionismo cada vez es más grande y ese precisamente es el caldo de cultivo de las candidaturas independientes.
Lo verdaderamente preocupante es la enorme dificultad que encierra el que un proyecto ciudadano aparezca en las boletas electorales.
Para buscar la candidatura a la Presidencia de la República bajo la vía independiente se inscribieron ante el INE 87 personas y el Instituto terminó aprobando 48. Las demás fueron desechadas por el incumplimiento de algún requisito. Independientemente de que parezca que son un número elevado de ciudadanos en búsqueda de aparecer en la boleta, lo cierto es que la inscripción es lo de menos. No podemos establecer como un parámetro de facilidad el registro simplemente, la realidad es que las complicaciones comienzan en la obtención del apoyo ciudadano.
Para empezar se les exige que obtengan cada uno de ellos más de 866,000 firmas, las cuales tendrán que estar repartidas en al menos 17 Estados de la República con el 1% como mínimo de la lista nominal de cada uno de esos Estados. ¿Qué quiere decir esto? Pues que nadie que no tenga una estructura muy grande como respaldo podrá lograr el objetivo. Si a eso le agregamos que la App que utiliza el INE para recabar el apoyo ciudadano da muchos dolores de cabeza, el resultado es que es casi imposible que tengamos un candidato independiente en la boleta del 1º de julio buscando la Presidencia de la República.
Yo pensaba que en realidad la única persona que tal vez podía lograr el objetivo sería Margarita Zavala, pues la escisión en el PAN le daría una estructura para buscar el apoyo. Pero si vemos los números que día a día publica el INE respecto a los avances en la recabación de firmas, vemos que Margarita hasta el día de hoy está desfasada más de un 15% sobre los número que debería llevar y el problema es que ese atraso crece momento a momento. Sinceramente no veo como pueda lograr el total de firmas.
En el caso de Guanajuato no es menos difícil para quienes aspiramos a una candidatura independiente. Se requiere del 3% en firmas de la lista nominal del Municipio o Distrito en cuestión, repartidas en al menos el 50% de las secciones electorales, con un 1.5% de su padrón. Por si fuera poco, sólo se tienen 45 días en el caso de los que busquen ser alcaldes y 30 en caso de Diputados.
No contentos con esas dificultades, el IEEG ha cambiado 3 veces de fechas para los registros y la búsqueda del apoyo ciudadano. Con la última modificación, quien pretenda estar en la boleta como candidato a alcalde independiente deberá comenzar a recolectar firmas el ¡24 de diciembre!, así que entre abrazos, pavo y romeritos, habrá que pedir firmas.
En el caso de los que aspiren a ser Diputados, se tendrán que registrar el ¡25 de diciembre!. Vaya que el espíritu navideño del IEEG es Kafkiano. En ambos casos deberán concluir a más tardar el 6 de febrero del próximo año.
Yo mismo aspiro a poder construir una candidatura independiente a Diputado local por Irapuato. Créanme que es muy ilusionante poder estar de lado de los que queremos que las cosas sucedan y que las cosas cambien. Si queremos que nuestras circunstancias sean distintas, pues entonces construyámoslas de esa forma.
Es frustrante convivir con la partidocracia a la que no le conviene que las cosas evolucionen, pero no deja de ser menos frustrante ver que el arbitro no se comporta a la altura de las circunstancias. El IEEG de manera totalmente incomprensible aprobó en una sesión General del Consejo –pese a que ellos mismos ya habían aprobado el método de cédulas en físico- el uso de la App que utiliza el INE para la recabación del apoyo ciudadano.
Lo anterior no tendría nada de malo sino fuera por que es de todos conocido que dicha herramienta ha sido una verdadera pesadilla para los aspirantes a candidatos a puestos federales que la utilizan desde hace más de un mes. Además, resulta incomprensible que el desarrollo de la misma le fuera asignado a una empresa que anteriormente había sido sancionada con más de 12 millones de pesos por el otrora IFE y por si no fuera poco, el propio INE debió demandar a la empresa desarrolladora para resarcir daños por las fallas y retrasos en el sistema que se les había contratado.
No se me ocurren ideas que no carezcan de malos pensamientos de porqué se aprobó que la recabación de firmas sea mediante una aplicación que requiere de al menos –si nada falla- 6 a 8 minutos para registrar a una sola persona.
En verdad resulta necesaria dentro del Congreso una voz que represente a los intereses de la comunidad y no de los partidos ni al sistema en general, incluido el árbitro.
Se acercan los tiempos y ahí estaremos para hacer valer las muchas voces de una sociedad harta de la indiferencia y la insensibilidad de nuestros gobernantes.
*Eric Bolívar Alonzo es abogado especialista en Derechos Humanos, activista en apoyo a migrantes centroamericanos, colaborador voluntario de la Fundación TELETÓN, columnista, fotógrafo; actualmente dirige Donadores Compulsivos Guanajuato A.C., dedicada a promover la donación altruista de sangre y plaquetas.
Correo electrónico: Ebolivar1975@gmail.com.
