- Publicidad -
martes, abril 23, 2024

Dark Knight: A true Batman story

dark-knight0

En 1991 Maus de Art Spiegelman apareció a la venta y pasó algo bastante curioso: los críticos e historiadores estaban de acuerdo de que esto era material digno de la mejor obra maestra, jamás se había visto algo así pero se apenaban de mencionar que la obra de Art era lo que era: un cómic.

El medio de la viñeta y las onomatopeyas hasta nuestros tiempos sigue considerándose por algunos como un lugar en donde las historias son infantiles y no pueden aspirar a algo más, por sorprendente que esto parezca; personalmente siempre me encuentro con estas personas que apenas y mencionas que un cómic es uno de tus trabajos predilectos en cualquier área artística te miran con un rostro de desconcierto; no los culpo, después de todo mucho del acercamiento que se tiene es gracias a las películas y nada más (uno pensaría que esto incentivaría ventas de cómic, pero no es tan cierto ello).

De vez en cuando llega un material que nos hace entablar el debate de que si ya podemos invitar al cómic a las grandes artes a pesar de que sus opositores tiemblen ante la idea, Dark Knight: A True Batman Story es uno de ellos. Editado por Vertigo – la línea de contenido para adultos de DCDark Knight sigue la misma tendencia que la obra de Spiegelman y decide contarnos una historia bastante personal.

Paul Dini está hablando en un cuarto mientras una cámara lo comienza a grabar, estamos siendo testigos de una confesión. Nos empieza a contar un poco de su vida, desde su infancia en donde no tenía amigos reales pero sí amigos imaginarios en forma de personajes de cómics y de la literatura, hasta el momento en el que comenzaría a trabajar en el campo de la animación gracias a proyectos como Tiny Toons y Animaniacs, para después dar el gran salto y ser uno de los encargados para Batman: la serie animada reconocida como una de las mejores series animadas de toda la historia. Paul nos cuenta que durante ese tiempo y en el que preparaban el primer largometraje de la exitosa serie sufrió un ataque por parte de dos asaltantes en el que casi pierde la vida. A partir de eso vemos su sanación física y mental.

Paul Dini escribe este cómic que sirve para expiar un demonio que no lo había dejado en paz. Su psique atormentada por su soledad “natural” fue un factor decisivo para que él decidiera abandonar todo contacto por un buen rato y comenzar a planificar diversos planes infructíferos. Pero Paul no está solo: tiene la ayuda de los personajes que tanto ama y ellos a su vez representan un estado mental de su psique.

Su problema resulta ser el catalizador de su ingenio.
Su problema resulta ser el catalizador de su ingenio.

Tienes al Pingüino como aquel que le decía que continuara bebiendo, a Barbara Gordon como un punto de comparación para su desgracia, Harvey Dent le ataca cuando considera que su rostro va a quedar cicatrizado, El Guasón está para hacerlo sentir menos y burlarse de su propia vida y por supuesto que está Batman, pero este gran héroe se muestra también confuso. Paul Dini en un punto le reclama de por qué no estuvo ahí para ayudarle, incluso lo acompaña a comprar un arma, pero siempre está ahí para recalcar su fortaleza interna.

Aún con toda el alma negra de estos personajes, Dini les agradece por dejarlo plasmar historias basadas en ellos.
Aún con toda el alma negra de estos personajes, Dini les agradece por dejarlo plasmar historias basadas en ellos.

Lo interesante de esto es que Paul Dini no narra esto de manera dramática, no se muestra como un héroe sino como una persona cuyos trastornos le han complicado entender relaciones y el cómo debería de expresarse con las personas. Comprende que él así ha sido toda su vida y nos dedica un momento de su vida para valorar a las figuras que tenemos por héroes.

No te puedes volver Batman, pero él siempre va a estar cuando nadie más lo esté.
No te puedes volver Batman, pero él siempre va a estar cuando nadie más lo esté.

Y viene de la mano del bellísimo arte de Eduardo Risso.

Risso es famoso por sus escenas de sombras en los que las facciones de los personajes son masas negras a contraluz de una ventana y aquí decide tomar múltiples estilos. Encuentras ese, también uno de colores pastel, homenajes al trabajo estético de Frank Miller y Neil Adams, y de la animación clásica de Warner Brothers. No resulta confuso sino que se vuelve uno de los mejores matrimonios entre letras y visuales que yo haya visto en algún cómic. El estilo de Risso se adapta depende de la situación que quiera narrar Dini y siempre da en el blanco.

Sea para causar una risotada o sentir estrujado el corazón.
Sea para causar una risotada o sentir estrujado el corazón.

dark-knight5

Además de presenciar la vivencia de Paul Dini, también tenemos la dicha de ver el proceso creativo detrás de Batman, en cómo se inspiraron para realizar la serie y de cómo ciertas personas de la vida real terminaron influyendo en la concepción de los personajes de este universo animado.

Es una introducción excelente a la caricatura si nunca has tenido la oportunidad de verla y como fanático incondicional es como si presenciaras la creación de oro puro porque hay momentos que quedaron en secreto hasta ahora, como la creación de un episodio en donde aparecería Morfeo de The Sandman –gracias al descubrimiento sanador de la obra de Neil Gaiman– y el destino del némesis de Batman.

Si algo me pasó tras la tercera lectura que le hice al cómic –el mismo día en la madrugada- es que me sentí completamente identificado con el caso de Paul Dini. No soy la persona que más amigos tuvo en la vida y también sentí resguardo en personajes de ficción que en ningún momento se burlaron de mí ineptitud. Verlo progresar no fue un caso excepcional sino una situación en la que yo y muchos de nosotros hemos estado. Y de la misma manera que Dini le agradezco a seres inexistentes por darme un levantón de ánimo, por hacerme sentir valioso, por decirme “no estás solo” y “tú puedes”. Con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta terminé este trabajo apreciando la confesión de un hombre que ve con mirada vacía y se encuentra a sus amigos.

Este cómic no es sólo para callarle la boca a aquellos que han dicho que el medio es uno inmaduro, sino para todo aquel que ha sido víctima de un momento que los hace sentir como porquería. Por su valor optimista, por su calidad narrativa y visual, lo que les puedo decir es, señoras y señores: esta es una de las novelas gráficas más importantes de la década.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO