Las Universidades debe ser un espacio crítico, de reflexión y sobre todo apertura ideológica. Un centro donde aparte de ayudar en la construcción de futuros profesionales,se promueva una sociedad justa, equitativa, solidaria, donde se difunda, respete y maximicen los derechos de las minorías, pero sobre todo un lugar donde las y los estudiantes se sientan seguros de ser y estar.
Lo anterior forma parte de un ideal, de una máxima sociopedagógica, sin embargo, hay universidades que se sienten atacadas cuando las estudiantes exigen un trato digno hacia ellas o visibilizan las violencias que se viven desde dentro de la institución.
Recientemente la Universidad de Estudios Profesionales de Ciencias y Artes, recibió denuncias sobre hombres acosadores dentro de la institución en situaciones de mayor poder y privilegio con respecto a las alumnas que expusierón estos acontecimientos.
Ante esto la omisión frente a los mencionados acosadores, y el castigo social hacia las docentes que acompañaron en la expresión visible de sus derechos como alumnas, mujeres y personas a las estudiantes de esa Casa de Estudios, mediante el despido laboral bajo el pretexto de la contingencia sanitaria que estamos viviendo.
Nos preguntamos:
¿Dónde quedó la sororidad de los altos mandos? No se ve por ningún lado.
Lo que sí es visible es la poca apertura, el pensamiento y acción patriarcal donde se busca que las jóvenes estudiantes y las maestras que ahí laboran aprendan la lección:
“Quéjate, dí lo que no te gusta, apoya a que se expresen y serás despedida”.
¡Qué fuerte es esto! Una Universidad que genera un pensamiento coercitivo, punitivo
¿Qué clase de educación está generando en sus aulas?
Nuevamente el patriarcado opresor se hace presente y demuestra que aún hay mucho que trabajar,porque los altos mandos de las Universidades continuan con acciones que reprimen y controlan,sin preocuparse por el sistema universitario con sentido de justicia, de solidaridad, de respeto por la dignidad, donde todas las voces puedan hablar con la confianza de que se les va a escuchar, haciendo máximo hincapie en que su máximo interés son las ganancias que les generan.
Por lo anterior hacemos un llamado a dicha universidad a poner en práctica los valores que se asumen como acciones prioritaruiade su quehacer educativo como la verdad,ética,el respeto a la dignidad humana,la solidaridad y sobre todo la justicia.
Nos solidarizamos además con las compañeras, maestras,alumnas y ex-alumnas para seguir alzando la voz,no estan solas,estamos con ustedes en la lucha por una vida libre de acoso y violencia en cualquier espacio, y desde luego eso incluye el espacio educativo, porque es ahí donde podemos sembrar semillas de cambio, ser espacios revolucionarios de pensamiento.
¡Siempre feministas, siempre a favor de la dignidad del ser!
